Tribuna

Cumbre Multipartidaria, las Primarias y Lauca Ñ

Cumbre Multipartidaria, las Primarias y Lauca Ñ
Rolando Tellería A.
| 2024-07-15 07:07:21

Los resultados de la cumbre multipartidaria, aunque solo en el papel, habrían dado cierta certidumbre a los dos próximos y trascendentales procesos electorales. Las fuerzas políticas, así como los representantes de los poderes públicos del Estado, se comprometieron en el acuerdo a garantizar las elecciones judiciales y las elecciones generales del 2025, dejando en statu quo las elecciones primarias.

Políticamente, estos acuerdos, si bien establecen parámetros de transparencia y permiten la redistribución de escaños en función a las nuevas cifras del Censo 2024, también generan ganadores y perdedores. En ese sentido, el gran perdedor fue Evo Morales, quien intentó revivir su desahuciado Congreso de Lauca Ñ.

Para comprender mejor esto último, observaremos en términos generales el contexto político, económico y social que rodea el evento.

En lo político, el gobierno, al no contar con mayoría parlamentaria, se debilita gradualmente y enfrenta muchas turbulencias: desde las elecciones judiciales hasta el “golpe de Estado”. La principal turbulencia, sin embargo, es la intensa y apasionada disputa dentro del Movimiento al Socialismo (MAS) por el control de la sigla y la habilitación del candidato oficial para las elecciones presidenciales del 2025, con amenazas de convulsión social. Es una guerra de muchas batallas, pero con un tiempo límite. Si todo marcha como hasta ahora, sin ninguna modificación, en 2024 podríamos asistir al funeral del partido más grande de la historia de Bolivia.

En lo económico, la situación es extremadamente delicada y compleja. El déficit fiscal es insostenible. El gobierno “no tiene plata” para continuar con las subvenciones, bonos y mantener a las numerosas empresas estatales improductivas. La posibilidad de conseguir recursos para financiar el déficit es cada vez menor, pues ya se agotaron todas las fuentes disponibles. Las últimas cifras sobre indicadores de riesgo califican a Bolivia como insolvente. A menos que se negocie primero con el Fondo Monetario Internacional (FMI), estamos en camino de perder la condición de sujeto de crédito. Por otro lado, la espiral inflacionaria es una amenaza latente.

En lo social, en las últimas semanas antes de la “asonada golpista”, se observaba una creciente escalada de conflictos por la escasez de gasolina, la insuficiencia de dólares y la súbita subida de precios. Las protestas y bloqueos son constantes. Además, la polarización tradicional entre “masismo” y “antimasismo” ha cambiado cualitativamente. Tiende a consolidarse la polarización entre “evistas” y “antievistas”, como se observó claramente en el encuentro multipartidario.

En ese contexto se desarrolla la Cumbre Multipartidaria, a iniciativa del Tribunal Supremo Electoral (TSE), amenazada por una colisión electoral debido a la coincidencia de tres elecciones: magistrados, primarias y generales.

De inicio, el TSE adelantó su propuesta de suspender las elecciones primarias este año, debido a la prioridad que demanda la realización de las elecciones judiciales. El ala “evista”, antes del evento, propugnaba la realización de elecciones primarias cerradas. Por su parte, el ala “arcista” promovía contradictoriamente la realización de primarias abiertas y su suspensión definitiva por el millonario presupuesto que demandaría su realización. Antes del evento, no se conoció ninguna propuesta del bloque opositor tradicional.

Durante el evento, Evo Morales intentó negociar la suspensión de las primarias a cambio de que se “respete el congreso de Lauca Ñ, de octubre de 2023, donde fue reelecto presidente del MAS y proclamado candidato único a la Presidencia, o, finalmente, que no se hagan más congresos en ningún partido hasta después de las elecciones nacionales de 2025. Ante la negativa unánime de sus adversarios, abandonó el evento.

Por un lado, el acuerdo denominado “Declaración por la democracia” contiene importantes compromisos para fortalecer la democracia, como la realización de una auditoría del padrón electoral, la implementación “obligatoria” de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y la nueva delimitación de circunscripciones electorales con la correspondiente redistribución de escaños.

Por otro lado, lo que se observa es una nueva derrota de Morales en su obsesivo intento de habilitarse como candidato. En el acuerdo, la “nueva derecha” se habría aliado contra él. Las elecciones primarias, suspendidas en el acuerdo, lo proscribirían como candidato, por lo que ahora se convierte en su principal defensor. Hace poco afirmaba que sería candidato presidencial “a las buenas o a las malas”, obviando esa instancia. Ahora, advierte con “defender las primarias en las calles”. Cambia de discurso, pero no sus amenazas.

En esa perspectiva, Morales -además, que lo admite- fue el que más perdió con los resultados políticos de la Cumbre. Si se aprueba la Ley de Suspensión de Elecciones Primarias, propuesta por el TSE, solo le restaría la opción de “las calles”. (El autor es profesor de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Mayor de San Simón).