El viceministro de Planificación, David Guachalla, identificó tres causas principales para la baja densidad poblacional reflejada en el Censo Nacional de Población y Vivienda 2024: la disminución en el número de hijos por familia, la alta tasa de mortalidad durante la pandemia del Covid-19, y la migración de bolivianos hacia otros países.
Frente a los cuestionamientos surgidos en diversas ciudades, Guachalla señaló que algunas críticas responden a apreciaciones políticas, las cuales no han considerado adecuadamente los factores demográficos como la tasa de fecundidad, la mortalidad y la emigración.
En el programaHagamos Democracia de la red Erbol, el viceministro explicó que, mientras que en generaciones pasadas las familias solían tener entre 6 y 7 hijos, hoy en día la tendencia ha cambiado, con la mayoría de las parejas optando por tener un máximo de 2 hijos, lo cual impacta directamente en la tasa de fecundidad.
En cuanto a la mortalidad, Guachalla destacó que la pandemia del Covid-19 fue un factor significativo, causando la muerte de aproximadamente 127.000 personas en el país. Esta cifra, considerada elevada por el gobierno, refleja el impacto devastador de la crisis sanitaria en la población.
La migración fue citada como otro factor determinante, con muchos bolivianos optando por residir en el extranjero. Guachalla afirmó que, al comprender estos factores estadísticos, se puede ver una coherencia con los resultados presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El INE estableció que Bolivia tiene 11.312.620 habitantes; 1 millón 20 mil habitantes menos que las proyecciones realizadas en el 2020, cuando se dijo que la población llegaría a 12.4 millones de habitantes.
El viceministro defendió la solidez técnica del censo, argumentando que, si las proyecciones poblacionales fueran suficientes por sí solas, no sería necesario realizar un censo.
Además, criticó el manejo político que se está haciendo a los datos del censo, señalando que algunos actores políticos están utilizando la información como plataforma para sus propias agendas, como en el caso de Santa Cruz, donde un actor político surgió como candidato presidencial.
Finalmente, Guachalla subrayó que esta instrumentalización política contrasta con los esfuerzos del INE de garantizar que los datos censales cuenten con la confianza y validación de profesionales de alta calidad técnica. Afirmó que el censo se realizó utilizando datos georreferenciados que eran de conocimiento de todos los alcaldes, incluidos aquellos que ahora cuestionan los resultados.