El papa Francisco parte este lunes hacia tres países de Asia y uno de Oceanía en lo que será el viaje más largo en sus 11 años de pontificado, tanto por el tiempo como por la distancia.
El trayecto papal pasará por Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur del 2 al 13 de septiembre, abarcando cuatro husos horarios y recorriendo 32.814 kilómetros en avión.
El sumo pontífice, de 87 años, tuvo que cancelar su viaje a Dubái en noviembre pasado debido a una gripe e inflamación de las vías respiratorias, seguidos de bronquitis en meses posteriores. Asimismo, se vio obligado a utilizar una silla de ruedas por dolores de espalda y rodilla.
No obstante, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, aseguró a medios que "no hay ninguna preocupación por la salud del papa" y explicó que habrá un médico y dos enfermeros para velar por la salud de Francisco, además del asistente sanitario personal.
La gira, en la que se espera que el papa se centre en temas como la paz interreligiosa, el medioambiente y la importancia de Asia para la Iglesia católica, inicialmente estaba planeada para 2020, pero se retrasó por la pandemia del coronavirus.
La agenda de las visitas de Francisco incluye reuniones con autoridades, diplomáticos y representantes católicos de las cuatro naciones. Tiene previsto hacer 16 discursos, en italiano y español, y protagonizar más de 40 eventos.
Su primera parada será Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo y donde solo el 3 % son católicos. Priorizando la tolerancia y el diálogo, Francisco —quien en 2019 se convirtió en el primer papa en visitar la península arábiga— participará en un encuentro interreligioso en la mezquita Istiqlal en Yakarta, la mayor en el sudeste de Asia.
En su siguiente escala, Papúa Nueva Guinea, va a reunirse con misioneros de origen argentino, así como abordar el tema de calentamiento global, el crecimiento del nivel del mar, el impacto de las olas de calor y los tifones.
Luego partirá hacia Timor Oriental, con más del 98 % de su población que se considera católica. Allí celebrará una misa en la misma explanada en la que el papa Juan Pablo II celebró la liturgia en 1989, considerada por muchos como clave en apoyo al movimiento independentista contra Indonesia.
Su última parada en este viaje será Singapur, país donde tres cuartas partes de la población son de etnia china. Algunos analistas ven esto como un paso más hacia el acercamiento de la Santa Sede al gigante asiático, donde viven unos 12 millones de católicos.