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La tragedia del capitán Scott: heroísmo y sacrificio en el Polo Sur

La expedición Terra Nova y el legado de un explorador que desafió los límites de la resistencia humana.

El Capitán Robert Falcon Scott.
Internacional | Aníbal Romero Sandoval | 2024-10-20 16:04:52

El Capitán Robert Falcon Scott, nacido el 6 de junio de 1868 en Devonport, Reino Unido, fue una de las figuras más emblemáticas de la era de la exploración antártica. Desde temprana edad, mostró un profundo interés por el mar, uniéndose a la Marina Real Británica a los 13 años. Esta decisión marcó el inicio de una destacada carrera naval y lo llevó, años más tarde, a convertirse en un explorador del continente más inhóspito del planeta.

En 1901, Scott lideró su primera expedición a la Antártida a bordo del Discovery, lo que permitió significativos descubrimientos científicos sobre el continente helado. Sin embargo, fue su segunda expedición, la Terra Nova (1910-1913), la que definió su destino y dejó un legado de valentía y tragedia. Esta misión tenía un objetivo claro: ser el primer equipo en alcanzar el Polo Sur, en una carrera contra el explorador noruego Roald Amundsen.

El 1 de noviembre de 1911, Scott y su equipo partieron desde su base en el estrecho de McMurdo, enfrentándose a condiciones extremas para alcanzar su meta. El 17 de enero de 1912, después de meses de una agotadora travesía, lograron llegar al Polo Sur, solo para descubrir que Amundsen les había arrebatado la gloria, habiendo llegado 34 días antes. La decepción fue enorme, pero el verdadero desafío aún les aguardaba: el regreso.

El camino de vuelta se convirtió en una pesadilla. A medida que avanzaban, las tormentas de nieve, las temperaturas de hasta -40 grados Celsius y el agotamiento físico comenzaron a hacer estragos en el equipo. Con las provisiones y el combustible cada vez más escasos, varios de los exploradores sucumbieron al agotamiento y las enfermedades. La travesía se transformó en una lucha desesperada por la supervivencia.

El 17 de marzo de 1912, Scott, junto a Edward Wilson y Henry Bowers, quedaron atrapados en su tienda de campaña por una tormenta de nieve, a tan solo 18 kilómetros de su próximo depósito de provisiones. Incapaces de avanzar y debilitados por la inanición, los tres hombres murieron en sus sacos de dormir, esperando un rescate que nunca llegó. Sus cuerpos y los registros de la expedición fueron hallados ocho meses después, en noviembre de 1912, junto con las conmovedoras cartas de despedida de Scott.

La trágica muerte del Capitán Scott y su equipo se convirtió en un símbolo de la lucha humana contra los elementos, la resistencia ante la adversidad y la búsqueda incansable del conocimiento. Aunque no lograron su objetivo de ser los primeros en llegar al Polo Sur, la expedición Terra Nova es recordada como una epopeya de coraje y sacrificio, consolidando al Capitán Robert Falcon Scott como un ícono de la exploración polar.