Al entrar este miércoles en el campo de la Unión Deportiva Ibarra, en el pequeño barrio de El Fraile, en el sur de Tenerife, un niño grita emocionado que Diego Maradona Sinagra le firmó la camiseta y “no la volverá a lavar nunca”, mientras a pocos metros de distancia el hijo del astro argentino se dirige a sus nuevos jugadores: “Olvídense de mi apellido, de las cámaras, y vamos a trabajar”.
La noticia del fichaje del nuevo entrenador de este equipo del grupo canario de la Tercera RFEF cayó como una bomba el pasado martes entre la afición futbolera del archipiélago y es que el apellido que lleva a sus espaldas atrae las miradas de todos.
Incluso de muchos medios de comunicación que se acercaron este miércoles, por primera vez, hasta el entrenamiento del club que se encuentra en el corazón de un barrio multicultural de unos 10.000 habitantes de más de setenta países de origen distintos.
A la espera la presentación oficial de Maradona, que tendrá lugar este viernes, el director deportivo de la UD Ibarra, Manuel Toledo, explica a EFE que su incorporación se “venía fraguando desde el pasado verano”, cuando se dieron los primeros contactos “a través del director general, que es italiano”, pero fue “este lunes y de manera muy rápida” cuando se cerró el acuerdo gracias a la “ilusión que tiene Diego de seguir aprendiendo, mejorando y formándose”.
Una pasión por el fútbol que ha heredado y que le ha llevado a recalar en Canarias, un sueño que su padre llegó a tener, según confesó en un libro, pero en Gran Canaria junto al Turu Flores, una anécdota que Toledo destaca entre risas con la frase: “¡Mira tú las similitudes (entre la UD Las Palmas y la UD Ibarra) y dónde vino a parar el hijo!”.
Mientras tiene lugar la entrevista, Maradona realiza la primera toma de contacto con sus nuevos jugadores mientras un grupo de niños grita su nombre insistentemente de fondo, para saltar corriendo al campo según termina el entrenamiento a pedirle autógrafos en camisetas, pantalones, papeles, balones y hasta sobre el nombre de Neymar en una camiseta de la selección de Brasil.
“Él lo que tiene es ilusión y tiene mucha hambre. Al final él se viene para acá y ha dejado a toda su familia en Italia. Si es verdad que se van a reunir en la isla en poco tiempo, pero la ha dejado atrás porque quiere cumplir un sueño, porque quiere cumplir el legado de su padre, porque quiere continuar estando vinculado siempre al mundo del fútbol”, detalla el director deportivo de la UD Ibarra.