Wimbledon, el torneo más antiguo y prestigioso de la historia del tenis mundial, experimentará un cambio sin precedentes en su edición del próximo año con la eliminación de los jueces de línea humanos, quienes serán sustituidos por un sistema de inteligencia artificial. Por primera vez en los 147 años de historia del campeonato, la presencia de estos oficiales será reemplazada por un sistema automatizado de llamada electrónica de línea (ELC) que se implementará en las 18 canchas del torneo, incluido el court central del All England Club, según informó el periódico británico The Times.
Esta medida supone el final de una era en la que los jueces de línea, vestidos con la emblemática indumentaria tradicional, formaban parte del paisaje habitual del torneo. La decisión de adoptar el sistema Hawk-Eye Live, que ya ha sido implementado con éxito en otros eventos del circuito profesional, representa un avance tecnológico que busca aumentar la precisión en el arbitraje de los partidos.
Durante la pandemia de COVID-19, se utilizó por primera vez en un torneo Grand Slam, el US Open de 2020, y desde entonces, su uso se ha extendido a competencias de todo el mundo. La ATP, el organismo que regula el circuito masculino de tenis, ha decidido implementar este sistema en todos los eventos regulares a partir del próximo año.
A pesar de la tradición en este certamen que se estrenó en 1877, los organizadores de Wimbledon finalmente concluyeron que el alto nivel del campeonato podría verse comprometido si se continuaba con jueces de línea humanos. El sistema ELC es valorado como una herramienta de arbitraje más precisa, siendo una ampliación del sistema de desafío Hawk-Eye que se introdujo en el popular Grand Slam sobre hierba en 2007. Anteriormente, los jugadores podían solicitar revisiones electrónicas de decisiones complejas, pero a partir del próximo año, este tipo de desafíos serán reemplazados por llamadas automáticas inmediatas tras el pique de la pelota.
El proceso tecnológico contará con múltiples cámaras que monitorean la trayectoria de la pelota y un operador de video que supervisará el sistema desde una sala externa. No obstante, el árbitro principal continuará siendo un juez de silla presente en la cancha. Se prevé que esta innovación tecnológica será bien recibida por los jugadores, ya acostumbrados a la presencia de la inteligencia artificial en circuitos internacionales.
La introducción del ELC en Wimbledon supone también un cambio significativo para los jueces de línea, quienes ven el torneo como una meta culminante en sus carreras. Wimbledon solía requerir unos 300 jueces para cubrir más de 650 partidos en dos semanas, pero la reducción de estos roles ha generado preocupación sobre el futuro del arbitraje en el Reino Unido.