Entre enero y septiembre de este año, el país recibió remesas de los emigrantes por un monto de $us 948,4 millones, lo que representa una merma de $us 100.5 millones en comparación a los $us 1.049 millones en igual periodo de la gestión pasada, según datos del Banco Central de Bolivia (BCB), difundidos por Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija.
En porcentaje la disminución es de 9,5%. España con $us 347,8 millones es en el principal país de origen, seguido de Estados Unidos con $us 193,4 millones y Chile con $us 149,2 millones. Los giros que envían los compatriotas a sus familias en Bolivia se han convertido en los últimos años en una importante inyección de recursos para la economía boliviana.
En la última década, entre los años 2014 al 2023, el país recibió más de $us 13.000 millones en remesas.
“Las remesas durante esta gestión han reflejado una tendencia relativa a la baja, dada que la situación económica de los compatriotas no es de las mejores, dada la coyuntura volátil y de incertidumbre en los países donde radican y trabajan”, apuntó Romero.
El especialista señala que en promedio los envíos han sido de $us 105 millones por mes por lo que de mantenerse la tendencia es poco probable que se alcancen las cifras del año pasado o del 2022 cuando los bolivianos mandaron giros por un monto de $us 1.437 millones.
Un informe del Banco Mundial difundido a mediados de año reflejaba que tras una época de fuerte crecimiento de las remesas entre los años 2011 y 2022, en el año 2023 hubo una desaceleración. Para este 2024 se esperaba un repunte, aunque los cifras podrían estar por debajo de lo esperado por factores como la volatilidad del precio del petróleo y el tipo de cambio o un crecimiento económico menor de lo previsto en los países de altos ingresos.