
Adrián Velarde Huamani, conocido como "El Chato Adrián" y señalado como uno de los principales narcotraficantes del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) en Perú, fue detenido en Santa Cruz por agentes del Centro Especial de Investigación Policial (CEIP). Velarde lideraba una organización criminal dedicada al acopio y producción de cocaína, destinada principalmente a Bolivia y Brasil.
El arresto de Velarde, considerado un importante golpe contra el narcotráfico en la región, fue posible gracias a la colaboración entre las autoridades de Bolivia y Perú. El Ministerio del Interior peruano había ofrecido una recompensa de 50.000 soles (aproximadamente 15.300 dólares) por información que condujera a su captura. Su fuga se remontaba al año 2007, cuando escapó de un operativo policial en Ayacucho, con el apoyo de los habitantes de la comunidad de Villa Mejorada.
Desde 2015, Velarde había trasladado sus operaciones a territorio boliviano, donde continuó dirigiendo actividades relacionadas con el tráfico de droga. El VRAEM, una de las principales regiones productoras de cocaína en Perú, era el punto de origen de los cargamentos enviados por la red que lideraba.
Este operativo refuerza los esfuerzos conjuntos entre ambos países para combatir el narcotráfico y pone en evidencia los nexos internacionales de estas organizaciones criminales. Las autoridades esperan que la información obtenida tras la detención de "El Chato Adrián" permita desarticular más estructuras vinculadas al tráfico de estupefacientes.