El mundo del cine despide a una de sus grandes leyendas, Olivia Hussey, la actriz británico-argentina recordada por su papel como Julieta en la adaptación de Romeo y Julieta (1968) de Franco Zeffirelli, falleció el pasado 27 de diciembre a los 73 años.
Su deceso fue confirmado a través de un comunicado en su cuenta oficial de Instagram, donde se expresó que partió "en paz, rodeada de sus seres queridos".
Aunque no se reveló oficialmente la causa de su muerte, Hussey llevaba años luchando contra un cáncer de mama diagnosticado en 2008. A pesar de someterse a una mastectomía doble y a varios tratamientos posteriores, la enfermedad regresó en 2017 y avanzó hasta la etapa cuatro.
Nacida como Olivia Osuna en Buenos Aires, Argentina, el 17 de abril de 1951, Hussey se mudó a Londres con su madre a los siete años, adoptando el apellido materno como nombre artístico. A los 15 años, se convirtió en Julieta, protagonizando junto a Leonard Whiting una de las adaptaciones cinematográficas más icónicas de la obra de Shakespeare. Su actuación le valió un Globo de Oro y consolidó su lugar en la historia del cine.
Además de Romeo y Julieta, Hussey brilló en otros géneros, destacándose en el terror clásico con Black Christmas (1974) y como Audra Denbrough en It (1990), basada en la novela de Stephen King. También interpretó a María en Jesús de Nazaret (1977) y a la protagonista en Madre Teresa de Calcuta (2003).
Hussey deja un legado inolvidable en el cine, además de una familia amorosa: su esposo David Glen Eisley, sus hijos Alex, Max e India, y su nieto Greyson. Su pasión, talento y bondad serán siempre recordados por sus admiradores en todo el mundo.