Santa Cruz

Fallece el motociclista arrollado por un conductor en supuesto estado de ebriedad

El accidente ocurrió en la zona del mercado Nuevo del Plan 3.000, cuando un vehículo particular impactó contra una motocicleta en la que viajaban dos personas.

El trágico accidente ocurrió en el Plan Tres Mil.
Santa Cruz | Odilia Llanos Salazar | 2024-12-30 21:42:00

La madrugada de este lunes 30 de diciembre, se confirmó la triste noticia del fallecimiento de Álvaro Araníbar, un joven de 23 años que había sido arrollado la noche del domingo por un conductor en aparente estado de ebriedad, en la zona del Plan 3.000, de la capital cruceña. El motociclista, quien sufrió múltiples fracturas y lesiones internas como resultado del brutal impacto, no pudo resistir y sufrió un paro cardiaco mientras se encontraba en la sala de terapia intensiva de una clínica de la zona.

Según informes de la Unidad Operativa de Tránsito y Seguridad Vial, el accidente ocurrió en la zona del mercado Nuevo del Plan 3.000, cuando un vehículo particular impactó contra una motocicleta en la que viajaban dos personas. Vecinos y testigos del siniestro aseguraron que el conductor del automóvil se encontraba en estado de ebriedad. Tras ser detenido, el conductor, identificado como José Zapata Vargas (48), se sometió a un control de alcotest, el cual reveló que su nivel de alcohol en sangre era de 1.7 grados.

En un primer momento, una turba de comerciantes acusó al conductor de ser miembro de la Policía Boliviana, luego de que se encontraran latas de cerveza dentro de su vehículo. Sin embargo, el coronel Edson Rojas Orellana, director de Tránsito, desmintió esta versión, aclarando que Zapata no pertenece a la institución policial, sino que se trata de un comerciante.

El acompañante de Araníbar, Gustavo Raúl Romero (27), también resultó herido en el accidente y se encuentra recuperándose en la clínica San Isidro de la capital cruceña. Ambos motociclistas dieron positivo en los controles de alcoholemia, con 1.4 grados de alcohol en sangre en el caso de Araníbar.

La familia de la víctima, que trabajaba como técnico de celulares en el mercado del Plan 3.000, se encuentra gestionando los trámites para retirar el cuerpo, pero enfrenta dificultades debido a los altos costos de los gastos médicos, los cuales aún no han sido cubiertos por las autoridades.