Milan cortó la hegemonía y le ganó por 3-2 al Inter para consagrarse campeón de la Supercopa Italiana. En un partidazo heroico, desterró al Nerazzurri y le sacó la oportunidad de levantar su cuarta copa consecutiva en este torneo. Es que el conjunto de Lautaro Martínez lo ganaba por 2-0 cómodamente, pero la debacle vino en el segundo tiempo: tres goles para darlo vuelta de manera agónica.
Fue el Lautaro Martínez quien abrió la cuenta. Rompió su mala racha goleadora y golpeó en el final de la primera mitad: recibió de Mehdi Taremi, enganchó y remató con la zurda a los 46 minutos para encaminar la victoria. Ya había tenido su chance en el inicio y se lo notaba con confianza. No así al Milan, que sufrió el golpe.
El Rossoneri parecía no levantar cabeza. Es que Inter extendió la ventaja: esta vez, Mehdi Taremi recibió filtrado entre dos defensores y remató para poner las cosas 2-0. Pero no duró mucho. Tan solo tres minutos después, a los 6, llegó el descuento del Milan.
Una falta en zona de peligro, le dejó un tiro libre en los pies de Theo Hernándes. Hizo lo suyo y engañó para patear y meter un golazo para el 2-1.
La pesadilla llegó a falta de diez minutos del final. Milan despertó y apabulló al rival en un ataque rápido que finalizó en los pies de Christian Pulisic. Media vuelta y gol para el 2-2 a los 35 del segundo tiempo.
Lautaro tuvo más de una chance pero no tuvo suerte. Las cosas estaban igualadas y la desesperación por llegar a los penales crecía cada vez más. En cambio, el Rossoneri estaba envalentonado por lograr la épica, y no tardó mucho.
Ya en tiempo de descuento, se acabó el sueño de seguir con la hegemonía. Pulisic filtró un pase por derecha a Rafael Leao, que tiró el centro a los pies de Tammy Abraham para el 3-2 definitivo. Explosión en el banco y un partidazo en el derbi que consagró finalmente al Milan, en lo que es su séptima Supercopa Italiana.
