El juez Nelson Rocabado declaró en rebeldía a Evo Morales Ayma dentro del caso de trata en el que se lo investiga por, supuestamente, haber tenido un hijo con una adolescente cuando cumplía funciones como presidente del Estado boliviano.
Además, el letrado confirmó la emisión de un nuevo mandamiento de aprehensión, que es distinto al que puso en vigencia el Ministerio Público pues, esta vez, la orden es de un juez. A esto se suma el arraigo, congelamiento de cuentas y la anotación de sus bienes.
La determinación se dio luego que el líder cocalero, por segunda vez, no se presentara a la audiencia a la que fue convocado y tras considerarse y valorarse los certificados médicos presentados por su defensa, que argumentó nuevamente problemas de salud.
La vista judicial se extendió por más de cuatro horas y se desarrolló en el Juzgado Quinto de Instrucción Penal de Anticorrupción y Violencia hacia las Mujeres de Tarija.
El abogado Jorge Pérez, en defensa de Morales, en el inicio de la audiencia, recusó al juez poniendo en duda su imparcialidad en este caso, recurso que fue desestimado por la autoridad judicial, que prosiguió con la audiencia.
La defensa de Morales tildó el caso como político y alegó la inocencia del exmandatario señalando además que este proceso no debió llevarse a cabo pues no puede haber “doble juzgamiento”.
La madre de la supuesta víctima es acusada de conocer la relación sentimental y no denunciarla. El pasado martes, cuando se instaló la audiencia, también fue declarada en rebeldía.
