El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, informó que la Policía busca al nuevo líder de una banda criminal vinculada a secuestros y sicariatos en el trópico de Cochabamba y que lavaba su dinero en una red de farmacias.
El jefe de la red era inicialmente Nabor López quien fue asesinado en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro hace 10 días. Ahora se busca a Ariel Villaroel, considerado el segundo en jerarquía.
“Seguimos en la búsqueda de Villarroel porque la falta de flagrancia y la imposibilidad de circular en una fracción de territorio situado en Lauca Ñ han impedido que podamos efectuar la debida persecución”, informó el viceministro.
Red de farmacias
Agregó que una técnica común de las organizaciones criminales es la reinversión de su dinero (lavado) en negocios para darle apariencia de legalidad. En este caso, la banda logró establecer una red de farmacias en el trópico de Cochabamba, la cual estaba a cargo de la esposa de López.
“En su casa (de la esposa de Lópex), que está en el Plan Tres Mil (Santa Cruz), venía a resguardarse el señor Ariel Villarroel Calle, quien ha quedado ahora secundando estas operaciones”, añadió.
Vinculado con dos asesinatos
Villarroel es investigado por el asesinato de López en el penal de Chonchocoro y por su presunta participación en la muerte de una menor de cinco años, quien recibió 38 disparos en el trópico de Cochabamba el 12 de enero.
“Hacemos esta persecución penal no solamente en mérito al asesinato de Nabor López, que se da dentro de las celdas de Chochocoro, sino también aquellas actividades que han permitido establecer que el señor Villarroel ha tenido participación en la muerte de una menor de apenas cinco años de edad que se ha dado en el trópico de Cochabamba”, indicó.
Aguilera informó que al menos nueve personas de una organización criminal, acusada de ocho asesinatos, están aprehendidas. Aunque cometieron estos hechos en distintos momentos, han sido concentradas en un solo proceso y ahora buscan obtener su libertad.
Nabor López fue asesinado el 26 de enero con siete disparos en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro. Sus victimarios fueron identificados como Ricardo Rodríguez, quien le dio un tiro en la cabeza, y Nobeira Da Silva, quien lo remató con seis balazos.
La noche del lunes se reportaron otras dos muertes violentas de internos en el penal de Chonchocoro. Los cuerpos tenían múltiples heridas de arma blanca.
