
El papa Francisco, de 88 años, e ingresado desde hace dos semanas en el hospital Gemelli de Roma, ha sufrido esta tarde una de las temidas recaídas que hacían ser cautelosos a los médicos sobre su recuperación. El parte médico de la tarde de este viernes, emitido a las 19.17 horas (14.16 en Bolivia, ha revelado que ha padecido “un ataque aislado de broncoespasmo que, sin embargo, ha determinado un episodio de vómitos con inhalación y un repentino empeoramiento de su cuadro respiratorio”.
"El Santo Padre esta tarde, después de una mañana transcurrida alternando la fisioterapia respiratoria con la oración en la capilla, presentó un ataque aislado de broncoespasmo que, sin embargo, determinó un episodio de vómitos con inhalación y un repentino empeoramiento del cuadro respiratorio", hizo público el boletín oficial del Vaticano de este viernes, acerca el estado de salud del Papa, internado desde hace catorce días en el Policlínico Gemelli de Roma.
No obstante, también trascendió que el Santo Padre se mantiene consciente y que fue rápidamente sometido a ejercicios de ventilación mecánica de sus vías respiratorias, y habría tenido buena respuesta al intercambio de gases durante la respiración.
Según el área de prensa papal, "durante las maniobras terapéuticas el Santo Padre siempre mantuvo la vigilia y orientado, así como ha colaborado con las tareas".
El Papa lleva dos semanas internado en el hospital Gemelli, de Roma. En los últimos días su situación había mejorado, e incluso los médicos sugirieron que el Papa había ya superado la fase más crítica de la infección que lo aqueja, aunque se abstuvieron de afirmar que estaba completamente fuera de peligro.