Amargo caramelo gunner. Mikel Arteta afirmó en la previa del encuentro que la mejor manera de prepararse para recibir al Real Madrid era ganando al Everton. Los gunners hicieron todo cuanto estuvo en sus manos para llevarse los tres puntos de Goodison Park, pero se toparon con las de Jordan Pickford. El portero del Everton se encargó de frenar en seco la complicada candidatura del conjunto londinense al título liguero (1-1) y entristecer la entusiasmante previa de la ida de cuartos de final de Champions League. De los 14 disparos realizados por el Arsenal, solo uno terminó dentro. El de Leandro Trossard, en la primera mitad, que significó el 0-1. Pero los toffees empataron tras una controvertida pena máxima y, a partir de entonces, Pickford se hizo gigante.
Con el empate, el Arsenal suma 62 puntos y se sitúa a 11 del líder Liverpool, que este domingo enfrenta al Fulham (9:00 hora de Bolivia) con la opción de estirar su ventaja. Este domingo además se juega el clásico entre el Manchester United y el Manchester City (11:30).
En el lado positivo, de cara a la visita del conjunto blanco al Emirates Stadium, el Arsenal recuperó a Ben White y Jurriën Timber en la zaga. El golpe que se llevó Mikel Merino en la cabeza se quedó en un susto, ya que pudo completar los 90 minutos, y Bukayo Saka volvió a jugar minutos. Tras los 24′ que disputó ante el Fulham, el starboy saltó al campo en el descanso. Pero los gunners no se van contentos ni satisfechos de Goodison Park. A 11 puntos del Liverpool, líder de la Premier League, un triunfo de los reds ante el Fulham ampliaría la ventaja hasta 14 puntos. Una distancia prácticamente insalvable a falta de siete jornadas.
Las rotaciones introducidas por Mikel Arteta en el once gunner –con cinco posibles titulares en el banquillo, incluido Martin Ødegaard– no significaban ni mucho menos que el conjunto londinense se hubiera olvidado de su pelea por la Premier League. El Arsenal, con el recuperado White en el lateral diestro y Mikel Merino de vuelta al centro del campo, salió al césped de Goodison Park con la misma intensidad de siempre. A quienes echaron especialmente en falta en el balón parado fue al Gabriel Magalhães. Sin el brasileño, gran arma ofensiva en las jugadas de estrategia, acompañando a William Saliba en el eje de la zaga, apenas uno de los cuatro saques de esquina botados y nueve centros realizados encontraron rematador.
Pero el de Mikel Arteta es un equipo de muchos recursos, y a través de un contragolpe, el cuadro londinense se adelantó en el marcador. Pasada la media hora de encuentro, Raheem Sterling condujo hasta ceder el balón para Trossard. El belga, aprovechando la escasa contundencia de la zaga toffee, armó el disparo de zurda para batir a Jordan Pickford por el palo largo. Una gran definición que materializaba la superioridad visitante. Eso sí, como ya ocurriera ante el Fulham, el Arsenal volvió a llevarse un susto en forma de lesión. Un choque de cabezas entre Merino y Jake O’brien tuvo al centrocampista español tendido sobre el césped durante varios minutos. Una vez cerrada la herida, el ‘23′ gunner pudo continuar.
Al controvertido penalti pitado al canterano Myles Lewis-Skelly cinco minutos después de reanudarse el choque, y convertido desde los 11 metros por Iliman Ndiaye, se sumó la falta de puntería sufrida por el Arsenal durante los segundos 45 minutos. Eso, y un inconmensurable Pickford bajo los palos toffees. Ya con Saka y Gabriel Martinelli en el terreno de juego, a quienes el técnico guipuzcoano dio entrada para intentar llevarse los tres puntos de Liverpool, el cuadro gunner se topó en más de una ocasión con el guardameta titular de la Selección inglesa.
