
En medio de una jornada tensa, la presidenta del Concejo Municipal de Santa Cruz, Silvana Mucarzel, suspendió la sesión convocada este viernes, en un ambiente de tensión por la presencia de grupos de vecinos, en el marco de la disputa interna en UCS por el curul de ella y de Israel Alcócer.
El partido, liderado por el alcalde Jhonny Fernández, abrió un proceso interno contra Mucarzel y Alcócer acusándolos de cometer transfugio, extremo negado por los aludidos.
Mucarzel suspendió la sesión y denunció públicamente acoso político de sus colegas Miguel Fernández y Gabriela Garzón, de la bancada de UCS que son leales a Jhonny. Estos últimos consideraban que Mucarzel ya no es concejal y por tanto no puede convocar a sesiones.
Desde la noche anterior, Mucarzel y Alcocer, acompañados de un grupo de mujeres, realizaron una vigilia y durmieron en sus oficinas como una medida para evitar que se restrinja su ingreso al edificio del legislativo o de alguna maniobra desde el otro bando.
"Nos quedamos toda la noche acá porque temíamos que no nos dejen ingresar", confesaron.
A las 10 de la mañana, el Concejo era un hervidero: gritos, bandos enfrentados, seguidores de UCS exigiendo la salida de Mucarzel y Alcocer por supuesta transfugio político y una presencia policial que incluyó hasta efectivos de la FELCV y antimotines para evitar que la situación escale.
Garzón, con megáfono en mano, protagonizó uno de los momentos más comentados de la jornada al increpar directamente a Mucarzel y gritarle que ya no era concejal.
Miguel Fernández, hijo de Jhonny, afirmaba que la sesión era "totalmente ilegal".
Al final, Alcócer denunció que fue golpeado por la diputada Sandra Paz, quien estaba previamente en primera fila del ambiente reservado para el público.
Mucarzel enfatizó que sigue siendo la presidenta del Concejo ya que el proceso en su contra que le realiza UCS ha sido impugnado ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE).