
La Iglesia Católica celebró el Domingo de Ramos con un llamado a la reflexión profunda al iniciar la Semana Santa. En su homilía, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, exhortó a los fieles a no caer en el pecado de acusar injustamente a personas inocentes, recordando las injusticias que sufrió Jesús antes de ser crucificado.
Durante la misa celebrada en la capital cruceña, Leigue evocó el pasaje bíblico en el que una multitud, influenciada por los líderes de la época, pidió la liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús.
A partir de este hecho, instó a los creyentes a cuestionarse si en la actualidad se han superado esas actitudes o si persisten en acciones que dañan al prójimo. “Es una semana para reflexionar, para mirarnos a nosotros mismos y ver si realmente seguimos a Dios o nos dejamos llevar por la presión del entorno”, señaló.
El arzobispo también criticó a quienes se declaran creyentes, pero no reflejan su fe con acciones. Observó que, en muchas ocasiones, las personas se dejan arrastrar por la coyuntura y participan en linchamientos mediáticos a través de redes sociales y medios de comunicación.
“¿Y quiénes somos nosotros para juzgar?”, cuestionó, citando el pasaje evangélico que recuerda que solo quien esté libre de pecado puede lanzar la primera piedra.
Monseñor Leigue concluyó su mensaje haciendo un llamado a la autocrítica y al perdón. “Esto nos invita a mirar nuestra vida, reconocer nuestros errores y acercarnos sinceramente a Dios”, afirmó, marcando así el inicio de una Semana Santa enfocada en la introspección y la misericordia.