
El que doma el circuito "urbano" -no hay calles, realmente- de la Corniche de Jeddah es un genio. Sabe gestionar muros, pianos y peligros durante más de seis kilómetros y 250 km/h de media sin casi frenar. Que se lo digan a al campeón y su histórica "no vuelta" del 2021. Más que nadie lo sabe Max Verstappen, pues en el mismo lugar de los hechos repitió una vuelta histórica (1:27.204). Una brutal, que reventó el dominio de unos McLaren que perdieron a Lando Norris, tras estamparse en el primer giro de la Q3. Saldrá 10º.
McLaren es el mejor coche, sí. Pero si hay Mundial es por la genialidad de Max Verstappen. Ya lo hizo en Suzuka y repitió en Jeddah entre rumores de futuro de todo tipo. No los hace caso, no le importan. Presionó a los McLaren, dibujó un sector inicial para la historia y aguantó con todo en el tramo final. Batió a Piastri por velocidad y no dejó que el final del australiano cambiase la historia. Por una centésima.
Envió a McLaren al drama. Que tiene a Piastri en disposición de atacar en la salida, cosa que se puede como demostró Fernando Alonso en 2023. Pero también perdió a su teórico líder, Lando Norris. Perdió el McLaren en la curva 4 tras irse ancho en su primera vuelta lanzada, se convirtió en un pasajero del coche perdido y en el muro finalizó la clasificación. Sus rivales salen al mando y él tiene que remontar entre el tráfico.
La clasificación pasará a la historia. Porque justo antes todos los temores llegaron. "En Mclaren juegan su propia liga, como en Bahréin", reconoció Toto Wolff, jefazo de Mercedes. Adelantó demasiados acontecimientos después de la brecha vista en la FP3, pero Jeddah es circuito de piloto. Y ahora mismo no hay nadie como Max Verstappen en la parrilla de la Fórmula 1.
El desastre de Lando modifica todo. George Russell da un subidón en la parrilla y su genial vuelta el deja tercero. Mejoró durante todo el fin de semana, tiene un segundo sector de auténtico escándalo y consiguió un tiempo que le hace pensar en grande si es ofensivo. Pegado está Charles Leclerc, pero le vuelve a ocurrir como en otros fines de semana. Algo ha cambiado en el Ferrari diferente al del viernes.
Nivelazo de los españoles
Y detrás de cinco inalcanzables aparece Carlos Sainz. Con una actuación brutal, superando a Lewis Hamilton y Yuki Tsunoda, y exprimiendo todo de un Williams que vio como Albon se quedaba lejos en la Q2. El español encontró constancia en los tres sectores, sabe lo que necesita del FW47 y vuelve a colocarse en una posición increíble. Es 6º y se defenderá con uñas y dientes.
El español fue el mejor del resto con una claridad enorme. Sesión tras sesión subió la apuesta, se aprovechó del caos de Norris y metió distancia a Hamilton o Tsunoda, que no tienen la confianza del madrileño entre los muros. Su mejor clasificación del año y una de sus mejores visto el rendimiento del coche británico.
Sainz brilló y Alonso también lo hizo. Superó, como de costumbre, las expectativas del Aston Martin desde su primer giro. Se salvó, sobradamente, de la Q1 con dos grandes vueltas y tres juegos de blandos. Después alcanzó el 13º con el top-10 no tan lejano, aunque de excesivo riesgo para atacarlo. Básicamente, el AMR25 sigue exigiendo un compromiso total para no perderlo entre los muros y el techo mecánicamente está claro.
En la qualy de Arabia más todavía, pues era el único piloto de los 15 primeros que no tenía goma blanda para la vuelta definitiva. En ella sí que mejoró todos sus sectores, pero dos décimas le dejaron sin el paso (lo marcó Hamilton). Los puntos, aun así, no son un imposible por las dificultades del trazado y los escenarios que las paredes pueden terminar de generar.
Así queda la parrilla del GP de Arabia Saudí