
Tras la muerte del Papa Francisco, la Iglesia católica se alista para uno de sus momentos más decisivos: la elección del nuevo pontífice. El cónclave que se celebrará en la Capilla Sixtina contará con 133 cardenales electores, dos menos de los 135 previstos originalmente, tras confirmarse las primeras bajas por razones de salud.
Entre las ausencias destacadas se encuentra la
del cardenal Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia, quien no
asistirá al cónclave debido a problemas médicos. Desde Bosnia, el cardenal
Vinko Puljić, de 79 años, también declinó su participación tras recibir
recomendaciones médicas. “No iré a Roma, salvo que el Vaticano me lo solicite
expresamente. He aprendido a escuchar”, declaró a Radio-Televisión
Herceg-Bosna.
La cifra de cardenales electores —todos
menores de 80 años, según las normas— define que la mayoría calificada
necesaria para elegir al nuevo Papa será de 89 votos.
El cuerpo del Papa Francisco permanece en la
capilla de la residencia de Santa Marta, donde vivió durante todo su
pontificado. Sus restos serán trasladados a la basílica hasta el viernes, y el
funeral se celebrará el sábado.
En cuanto a la procedencia de los cardenales
electores, Europa concentra la mayor representación con 53 miembros (39%),
seguida por Asia (23), América Latina (21), África (18), América del Norte (16)
y Oceanía (4). Italia lidera con 17 cardenales, seguida por Estados Unidos (10)
y Brasil (7).
La mayoría de los electores —108— fueron
designados por el propio Papa Francisco, mientras que 22 fueron nombrados por
Benedicto XVI y solo 5 por Juan Pablo II. El cardenal más joven es Mykola
Bychok, de 45 años, mientras que el más veterano es Carlos Osoro Sierra,
arzobispo de Madrid, que cumplirá 80 en mayo.
Aunque la fecha exacta del cónclave aún no ha sido confirmada, se espera que tenga lugar a inicios de mayo, conforme a la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis. El cardenal Michael Czerny, cercano al difunto Papa, expresó que el proceso estará guiado por la espiritualidad del Concilio Vaticano II: “Seguiremos el impulso del Espíritu Santo para escoger lo mejor posible al sucesor del Papa Francisco”.