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Ejecutan a un latino en EE.UU.: la impactante historia de Moisés Sandoval, catalogado como “violento y diabólico“

Internacional | | 2025-04-25 16:01:00

Un convicto latino fue ejecutado en la noche del miércoles 23 de abril en Texas, Estados Unidos, luego de que fuera condenado hace 21 años por el estrangulamiento y apuñalamiento de una joven madre de 20 años.

Moisés Sandoval Mendoza, un hombre hispano de 41 años y el confeso asesino de Rachelle O"Neil Tolleson, fue sometido a la inyección letal en el centro penitenciario de Huntsville, en Alabama.

Dos minutos antes de ser ejecutado, un conserje espiritual rezó por el descanso de su alma, mientras que Mendoza pedía perdón a los familiares de la víctima, llamándolos a cada uno por su nombre. "Lamento haberles robado a Rachelle", dijo a los padres de la joven, un tío, sus dos hermanos y un primo de la joven; quienes lo veían desde el cristal de una habitación contigua.

La hora de muerte se dictó a las 6:40 de la tarde, según el reporte de las autoridades. Durante el juicio para exigir su pena de muerte, el fiscal del caso, Greg Davis, se refirió a Mendoza como "uno de los hombres más violentos y sádicos" que había conocido. Con Mendoza, ya son tres convictos los que han sido ejecutados en Texas, que históricamente se conoce como el estado con mayor pena de muerte. Este jueves, otro criminal está previsto para ser dado de baja en Alabama.

Se trata de James Osgood, un hombre que fue acusado por la violación y asesinato de una mujer en 2010.

Moisés Sandoval Mendoza recibió la inyección letal por el asesinato de Rachelle O"Neil Tolleson

Aunque sus abogados intentaron detener su ejecución y conmutarle una pena menor, su petición fue negada por varios tribunales que aseguraban que el Mendoza debía pagar por lo que había sucedido. El hombre fue condenado a morir bajo la aplicación de la inyección letal en uno de los pueblos de Alabama, en HuntsVille. Allí, los padres y familiares de la víctima fueron citados para despedir al asesino de su hija.

Antes de fallecer, Mendoza se dirigió a la familia de Rachelle y se disculpó por lo sucedido. Dijo que lamentaba haber privado a la pequeña de vivir junto a su madre y agregó: "Lo siento. Sé que nada de lo que pueda decir o hacer lo compensará. Quiero que sepan que soy sincero. Les pido disculpas". Cabe mencionar que la hija de Tolleson no estuvo presente en la ejecución.

Luego elevó unas cuantas palabras en español hacia su familia: su esposa, sus dos amigos y su hermana, quienes también lo acompañaron en su partida desde otra sala de testigos. "Los quiero, estoy con ustedes, estoy bien y en paz".

En ese instante, las autoridades le aplicaron la inyección y luego de dos jadeos, Mendoza empezó a roncar. Luego de unos minutos, su cuerpo quedó inmóvil y se declaró su fallecimiento 19 minutos después.

Así fue el asesinato de Rachelle O"Neil Tolleson a manos de Moisés Sandoval Mendoza en 2004

El 18 de marzo de 2004, hace 21 años, Tolleson y su hija Avery, de seis meses, estaban en su casa en el pueblo de Farmersville, a unas 45 millas de la ciudad de Dallas. La mujer de 20 años estaba en medio de un proceso de divorcio del que era su marido, Andrew Tolleson.

Según el reporte de las autoridades, Mendoza, quien en ese entonces tenía la misma edad de la víctima, entró en la vivienda por la puerta trasera que no estaba cerrada con llave. En el informe se indica que el asesino y la mujer salieron a comprar cigarrillos, dejando a la bebé sola.

En el recorrido hacia la tienda, Mendoza asfixió a Tolleson en el auto sin "ningún motivo aparente". Luego manejó hasta un campo que quedaba cerca de su casa, donde abusó sexualmente del cuerpo de Rachelle y la estranguló por una segunda ocasión. Luego de estar un par de días con el cuerpo en el patio de su casa, el hombre la llevó a una fosa donde la quemó y enterró entre la maleza.

Luego de seis días la mujer fue hallada. Para lograr identificarla, los forenses usaron su dentadura.

De acuerdo con las autoridades, el hombre terminó por confesarle el crimen a uno de sus amigos, quien llamó a la policía que dio con la captura del latino. Mendoza admitió el delito, pero no explicó el motivo de su crimen.

El caso se volvió tan mediático que terminó por aparecer en la televisión en capítulos adaptados para series criminales. /ET