El París Saint-Germain pidió este lunes ante el tribunal judicial de París anular el embargo cautelar de 55 millones de euros (unos 60,9 millones de dólares) solicitado por Kylian Mbappé, en el marco del litigio que enfrenta al club con su exjugador por salarios y primas no abonadas.
En abril, un juzgado autorizó el embargo a pedido del delantero —ahora jugador del Real Madrid— como medida de presión para cobrar el último trimestre de su salario en París, así como una parte de su prima de fichaje y el llamado "bono de ética".
Durante la audiencia de este lunes, los abogados del PSG cuestionaron la validez del embargo, argumentando que Mbappé "no ha aportado pruebas suficientes de la existencia de una deuda ni ha demostrado un riesgo real de impago", según explicó el abogado del club Thomas Azzaro. Además, recordó que el PSG ya ha iniciado una acción legal para anular la resolución de la comisión jurídica de la Liga de Fútbol Profesional, que ordenaba el pago de los 55 millones de euros reclamados por el jugador.
La audiencia clave sobre este tema se celebrará el próximo 26 de mayo, día en que también se deliberará sobre el embargo discutido este lunes.
Como parte de su estrategia legal, el PSG presentó una contrademanda de 98 millones de euros (108 millones de dólares), acusando a Mbappé de "maniobras dilatorias" que habrían causado un perjuicio económico al club. "No buscamos recuperar ese dinero, sino demostrar que si él nos debe, entonces su reclamo carece de fundamento", explicó el abogado Renaud Semerdjian.
Por su parte, el abogado de Mbappé, Thomas Clay, denunció la falta de transparencia del club: “¿Dónde está el dinero? No ha sido fácil embargarlo porque los bancos se han negado. Nos enfrentamos a un club financiado por un Estado soberano —Catar— que opera sin rendición clara de cuentas. Eso representa un riesgo real de impago”.
El conflicto tiene su origen en un acuerdo alcanzado en agosto de 2023, por el cual Mbappé accedía a renunciar a 55 millones de euros en primas si dejaba el club como agente libre al final de la temporada. Sin embargo, tras ser apartado del primer equipo por negarse a renovar su contrato, el delantero recaló en el Real Madrid sin que el PSG recibiera compensación por el traspaso.
La validez de ese acuerdo es ahora el centro de la disputa: mientras el PSG lo considera vinculante, los abogados de Mbappé lo cuestionan y reclaman el pago completo de los 55 millones, que incluyen una fracción de la prima por firmar (36 millones brutos), los últimos tres sueldos y una prima de ética correspondiente al mismo periodo.
