
El Napoli volvió a escribir una página dorada en su historia: venció 2-0 al Cagliari en el Estadio Diego Armando Maradona y se coronó campeón de la Serie A italiana. Con goles de Scott McTominay y Romelu Lukaku, el conjunto napolitano selló un título tan inesperado como merecido. Pese a la victoria del Inter por el mismo marcador ante Como —con tantos de Joaquín Correa y Stefan De Vrij—, el equipo del sur de Italia terminó la temporada con 82 puntos, uno más que los de Lautaro Martínez y el "Tucu", quienes ahora enfocan sus energías en la final de la Champions League frente al PSG.
Este es el cuarto Scudetto en la historia del Napoli, que ya había roto una sequía histórica en 2023. En ese entonces, con figuras como Osimhen, Chucky Lozano, Kvaratskhelia y Kim Min-jae, parecía que se trataba de una generación irrepetible. Sin embargo, apenas dos años después y con gran parte de aquel plantel renovado, el club vuelve a lo más alto del fútbol italiano.
La clave ha sido una estructura sólida, más allá de los nombres. Y en ese andamiaje fue fundamental la llegada de Antonio Conte. Tras más de un año alejado de los banquillos —su último paso había sido por el Tottenham, del que se despidió en marzo de 2023—, Conte tomó las riendas del Napoli y logró devolverle la identidad competitiva que se había diluido en la temporada anterior.
Con este título, Conte entra en los libros de historia: se convierte en el primer entrenador en ser campeón de la Serie A con tres clubes distintos. Levantó tres Scudetti consecutivos con la Juventus (2012, 2013, 2014), sumó uno más con el Inter en la campaña 2020-21 y ahora lo logra con el Napoli en 2025.
Entre las historias personales que marcaron esta consagración, destaca la de Romelu Lukaku. El delantero belga, que había salido del Inter en 2023 en medio de una polémica por su negociación con Chelsea y Juventus, encontró en Napoli una segunda oportunidad. “Por lo que hizo el Inter por él, esperábamos otro tipo de comportamiento como profesional y como hombre”, dijo en su momento Javier Zanetti, vicepresidente del club milanés. Pero el fútbol, como siempre, ofrece redención: Lukaku fue clave en este nuevo título, y volvió a sonreír en el lugar menos esperado.
Napoli es campeón otra vez. Y lo hizo a su manera: con carácter, reconstrucción y un mensaje claro al mundo del fútbol. No necesita estrellas rutilantes para brillar; le basta con ser un equipo.