Finales de octubre de 2019. La población estaba descontenta con Evo Morales y, en medio de las voces de reclamo, estaba la de Ruth Nina, dirigente del Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL). Mayo de 2025, nuevamente Nina se encuentra en medio de una movilización contra el Gobierno, la diferencia es que, ahora, grita a favor del expresidente del país y exlíder del Movimiento Al Socialismo (MAS).
El cambio de posición respecto a Morales le granjeó críticas en las redes sociales. La respuesta de Nina es que “me alegra que las redes sociales muestren que la lucha de Ruth Nina no es solo de ahora, sino de antes”. Y que la decisión de apoyar a Morales fue tomada “de forma orgánica” por su partido.
Pero ¿quién es Ruth Nina?
Nació en La Paz, el 14 de diciembre de 1972. Hija de un policía y una comerciante, trabajó en la venta de varios productos desde los 10 años.
Con el tiempo, viajó a España, país donde vivió cinco años. Con el dinero que consiguió se compró un trufi y se unió a un sindicato de transportistas de Cochabamba. Luego se convirtió en una dirigente del sector.
Estudió derecho, pero ella siempre reconoció que su fortaleza radica en la dirigencia sindical. Fue representante de los gremiales, transportistas y , pese a no estar casada, de las esposas de los oficiales de policía de bajo rango.
Su carrera política comenzó en 2014. Fue candidata al cargo de segunda senadora por Cochabamba, representando al Partido Demócrata Cristiano (PDC), liderado en ese entonces por el expresidente Jorge Quiroga Ramírez. Nina candidateó al cargo de senadora pero no tuvo éxito.
En 2019 se sumó a la carrera electoral, al mando del Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL), siendo la única mujer en la lista. Cuando ocurrió la debacle del 20 de octubre de ese año, Nina fue una de las figuras políticas que se manifestaron contra el entonces presidente, Evo Morales.
Durante las jornadas de protesta, Nina acusó a Morales de dictador y corrupto. “Cuando veo a Evo Morales veo extorsión, narcotráfico y corrupción”. Asimismo, estableció una alianza con el opositor Luis Fernando Camacho.
Al año siguiente volvió a presentarse como candidata a la presidencia en las elecciones en las que ganó Luis Arce, el exministro de Economía de Evo Morales.
En abril de este año, Nina anunció que volvería a postularse como candidata a la presidencia con PAN-BOL. En un acto, realizado en El Alto, la dirigente presentó su programa “Yo quiero a mi país”, que aseguró fue elaborado a lo largo de cinco años. Indicó que planteaba una reactivación económica, con medidas como el arancel cero para productos que no produce Bolivia y promover la exportación de energía.
Sin embargo, su anuncio fue precipitado, ya que un mes antes Peter Erwin Beckhauser presentó una denuncia contra Pan Bol y El Frente Para la Victoria (FPV), solicitando que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) cancele las personerías de ambos porque no obtuvieron el mínimo requerido del 3% en las elecciones generales de 2020.
A principios de mayo, los vocales del TSE revocaron la personería jurídica de ambas fuerzas. Su decisión se apegaba a la Ley de Organizaciones Políticas, que en el inciso b del artículo 58, dispone: “El Tribunal Electoral correspondiente cancelará la personalidad jurídica de los partidos políticos y agrupaciones ciudadanas, por las siguientes causales: No haber obtenido al menos el tres por ciento (3%) del total de votos válidos en la última elección a la que concurrieron”.
Evo Morales acordó previamente con el FPV para poder candidatear, después de abandonar el MAS. Sin embargo, este traspié hizo que se rompiera la alianza, por lo que el tres veces expresidente buscó una nueva sigla.
El mismo Morales reconoció que también habló con Unidad Cívica Solidaridad (UCS) y Pan Bol. Fue con el segundo con el que volvió a intentar inscribirse, sin éxito.
En el proceso, Nina se sumó a la causa evista con entusiasmo. No solo participó en las, cada vez más exiguas, marchas, sino que incluso adoptó el tono de amenaza que utilizan los allegados a Morales.
“Si intentan, esta vez, a un partido político vigente coartar el derecho a inscribir a sus candidatos, yo creo que esta vez el Tribunal Electoral va a arder. Así clarito, porque no vamos a permitir la violación a nuestros derechos políticos”, enfatizó Nina, en contacto con el medio DTV.
Fue cuestionada por diferentes actores políticos. El gobernador de La Paz, Santos Quispe, le increpó, acusándola de “traicionar sus principios”.
“No sé qué le ha ofrecido Morales, y eso quisiera preguntarle a Ruth Nina: si antes eras opositora, ¿por qué ahora estás besando la mano de Evo Morales?”, cuestionó Quispe ante los medios. “Es lamentable que la señora se venda a Evo Morales. Yo creo que es por interés económico. Seguramente le ha ofrecido algún cargo, porque Pan-Bol nunca ha sacado buena votación, ha tenido 3 % o menos. Ofrece su sigla en vano. Ya pasó el tiempo de las inscripciones”, agregó.
Asimismo, participó en varias entrevistas en las que defiende el “derecho” del exlíder masista a postularse, por quinta vez, al cargo de presidente, pese a que la Constitución, el resultado del referéndum de 2016, una sentencia del Tribunal Constitucional y una determinación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lo impiden. Al mismo tiempo, evade las críticas a su cambio de línea política.
