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Anna Wintour deja el puesto de directora de “Vogue USA” después de 37 años

La todopoderosa editora de moda anunció la decisión en una reunión con su equipo el pasado miércoles, pero seguirá como directora de contenido de Condé Nast.

Anna Wintour en un evento el 8 de junio de 2025, en Nueva York.
Internacional | El País | 2025-06-26 16:40:00

Es el fin de una era en el mundo editorial de moda. Después de casi cuatro décadas al mando de Vogue USA —concretamente 37—, la todopoderosa Anna Wintour (Londres, 75 años) dejará su puesto de directora de la edición estadounidense de Vogue. La noticia fue adelantada por ella misma el pasado miércoles 25 de junio, cuando se reunió con su equipo, y ahora ha sido confirmada por medios especializados en moda como WWD. Desde este momento, la que es considerada como una de las revistas más importantes del mundo busca un nuevo jefe editorial.

Se trata de una despedida a medias. Aunque Wintour dejará su puesto en Vogue USA, mantendrá su cargo como directora global de contenidos del grupo Condé Nast (empresa que integra decenas de publicaciones editoriales en todo el mundo), a excepción de The New Yorker, como directora editorial global de todas las ediciones de Vogue y también como directora artística del conglomerado.

Horas después de que se hiciese pública la noticia, Vogue ha compartido en su edición unas palabras de la editora: “He descubierto que mi mayor placer es ayudar a la próxima generación de editores apasionados en revolucionar el sector con sus propias ideas, respaldadas por una visión nueva y emocionante de lo que puede ser una gran empresa de medios. Y ese es exactamente el tipo de persona que necesitamos ahora para ser Director Ejecutivo de Vogue EE UU".

Esta noticia es tan inesperada como importante para el mundo editorial. Wintour se convirtió en directora jefa de la edición estadounidense en 1988, tras ser directora creativa de la misma y tras ocupar el puesto de máxima responsable en la edición británica. Su primera portada, en noviembre de 1988, marcaría un antes y un después: en ella aparecía la modelo Michaela Bercu con un estilismo mucho más sencillo de lo habitual en cualquier portada de una cabecera de moda. Un cambio de rumbo que generó polémica y muchas críticas hacia la que acababa de ocupar el que es considerado uno de los puestos más relevantes y determinantes de la industria de la moda.

Aquella primera portada sería solo el primero de los pasos que dio para cambiar lo establecido hasta ese momento. Un año más tarde, en mayo de 1989, Madonna se convirtió en la protagonista de la portada del mes. Lo hizo en bañador y con el pelo mojado. Hasta entonces, aparecer en la cabecera estaba prácticamente reservado a las supermodelos. Las reglas cambiaron y la cantante sería una de las primeras celebridades en saltar al mundo de la moda editorial. Lo que ahora parece algo normal y repetitivo, en aquel entonces no lo era. Wintour arriesgó y ganó: hubo críticas, pero consiguieron su objetivo, que era el de atraer a los lectores más jóvenes.

Años más tarde volvería a dar la sorpresa al incluir por primera vez a un hombre en la portada estadounidense de Vogue. Fue en 1992: Richard Gere y su entonces mujer, Cindy Crawford, protagonizaron una cabecera que también marcaría una tendencia no muy repetida. Hasta ahora, solo ocho hombres han tenido el honor de ocupar la primera plana. Pero el único que lo ha hecho solo, hasta el momento, ha sido Harry Styles.

La todopoderosa editora ha sorprendido durante años a lectores y curiosos con sus inesperadas elecciones de los personajes para la portada de la conocida como biblia de la moda. Muy comentada fue la que protagonizaron en 2014 Kim Kardashian y Kanye West. “Tiempos surrealistas”, este fue el título escogido. Y no era para menos. Ella había saltado a la fama siete años antes, en 2007, después de que se publicase un vídeo íntimo suyo y ya era uno de los personajes más perseguidos en Estados Unidos. “Parte del placer de editar Vogue es poder retratar a aquellos que definen la cultura en cada momento, cuya presencia en el mundo moldea e influencia nuestra forma de ver las cosas. Creo que todos estaremos de acuerdo en el hecho de que Kim y Kanye son los que ocupan ahora mismo ese papel", fue la editorial que Wintour escribió en aquel número.

Wintour ha sido una de las figuras más influyentes del periodismo de moda durante décadas. La británica, con su corte de pelo bob inalterable y sus famosas gafas oscuras—que siempre le acompañan— ha sido y seguirá siendo una de las piezas fundamentales de una industria en constante evolución. Su figura llegó incluso a servir de inspiración en El diablo viste de Prada, novela publicada en 2003 que se convertiría en una película de culto en 2006 gracias a la interpretación de Meryl Streep. También ha sido adaptada a una obra de teatro en Broadway.