Economía

Bolivia requiere producir 80 mil barriles diarios de líquidos para normalizar provisión de carburantes y perforar 15 pozos por año

El analista Álvaro Ríos advierte que esa es la magnitud de producción que demanda Bolivia durante los próximos 10 años, de lo contrario se seguirá importando con una sangría de 6 mil millones de dólares al año.

Descarga de gasolina importada del buque tanque Sky Rider en la Terminal Marítima Sica Sica, administrada por YPFB, en Arica. Foto: YPFB
Economía | Visión 360 | 2025-07-14 15:07:00

Para normalizar la escasez de gasolina y diésel, Bolivia necesita producir al menos 80 mil barriles de condensado y petróleo (líquidos) al día, para abastecer el mercado durante los próximos 10 años, de 2025 a 2035, de lo contrario deberá seguir importando con una sangría anual de seis mil millones de dólares en divisas. Esto significa descubrir nuevos yacimientos de gas, advierten expertos.

Bolivia, desde el año pasado, enfrenta una escasez de carburantes y enormes filas en estaciones de servicio de conductores de movilidades del sector público y privado, y una demanda creciente de parte del sector productivo para garantizar el transporte para la siembra y cosecha de alimentos.

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, indicó que actualmente Bolivia importa el 90% del diésel que se necesita para atender el mercado interno y casi el 50% de la gasolina y al ritmo que se va en los próximos dos años, no habrá producción interna de líquidos para su procesamiento en las refinerías.

“Por eso es que para abastecer el mercado de 2025 a 2035, Bolivia necesita producir 350 millones de barriles de condensado y petróleo. Por día, esto representa unos 75 a 80 millones de barriles. Actualmente, se procesan unos 22 mil barriles, pero seguirá declinando”, advirtió.

Datos oficiales de YPFB, del Ministerio de Hidrocarburos emitidos a través de la Dirección de Hidrocarburos, Minas y Energía, Gobernación de Santa Cruz, revelan que en 2024 se finalizó la gestión con una producción de 24.980 barriles día y hasta el mes de mayo, esto llega a 23.320 barriles día.

Ríos manifestó que son 80 mil barriles los que se necesitan a diario para garantizar la provisión de gasolina y diésel en el mercado interno, porque, de lo contrario, se tendrá que seguir importando con una sangría de seis mil millones de dólares por año en divisas que se extenderá durante 30 años.

Para producir esta magnitud de líquidos se necesita inversión y perforar de 10 a 15 pozos por año, cada uno demanda una inyección de capital de 60 a 80 millones de dólares. “Si en los siguientes tres años se hace un buen trabajo, se necesita descubrir 1,2 trillones de pies cúbicos de gas (TCF), para abastecer el mercado interno que demanda 15 millones de metros cúbicos día (MMmcd), durante los próximos 10 años, a partir de 2028. Esto es al menos dos campos o yacimiento de gas medianos”, puntualizó.

Además, si se desea mantener la exportación de gas, de otros 15 MMmcd a Brasil, se necesita descubrir reservas de 2,4 TCF. Esto representa la mitad del contrato original de compra-venta de gas con ese mercado que antes demandaba 30 millones.

La Fundación Jubileo en un reciente análisis, refirió que ante un consumo energético basado altamente en fuentes fósiles, un país enfrenta solo dos alternativas en el corto y mediano plazo: producir o importar los energéticos que consume la población. En el caso del gas natural, la producción a marzo de este año registra una caída de -53% respecto al promedio registrado el año 2015 y llega a sólo 28 MMmcd.

“De seguir esta tendencia, y si no se descubren al menos tres yacimientos de gran magnitud, el país se verá forzado a importar una parte del gas natural que demanda el mercado interno para el año 2028”, alertó.

Esta situación obligará a quienes gobiernen el país a tomar decisiones respecto a vender este combustible importado a la población a precio real o también subsidiar este energético. En caso de elegir la segunda opción, tendrá que definir cómo se financiaría, por cuánto tiempo y si el beneficio será general o para determinados segmentos sociales.

De acuerdo con Jubileo, a esta preocupación se debe sumar que, según el Balance Energético Nacional 2023, cerca de 72% del Gas Licuado de Petróleo (GLP) era obtenido en las plantas separadoras de líquidos a partir de la corriente de gas natural que se exportaba a Brasil y Argentina. Sin embargo, así como la producción de gas natural viene cayendo desde el año 2015, también lo han hecho los volúmenes de gas natural exportado.

Añade que, actualmente, los volúmenes enviados a Brasil han disminuido en 55% con relación a lo que se enviaba el año 2015 y, en el caso de Argentina, en 100%, debido a que el país ha perdido ese mercado por completo.

“Esta compleja situación hace que las plantas separadoras de líquidos estén operando a menor capacidad, lo cual pone en riesgo la autosuficiencia de GLP para el mercado interno en el corto plazo. Con la crisis actual, la perspectiva es que, para el año 2026, el país deba importar una parte del GLP que se consume”, advirtió Jubileo.

La Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), la semana pasada, alertó que la producción de gas natural disminuye un 10% anual y que, en un plazo de dos a tres años, Bolivia se quedará sin reservas disponibles para la exportación.

“La producción de gas está cayendo a un ritmo de aproximadamente el 10% anual. Las proyecciones señalan que, en dos o tres años, toda la producción tendría que destinarse al mercado interno, con el impacto negativo que esto tendrá para la economía del país al dejar de percibir ingresos por la exportación”, indicó la entidad que afilia a las empresas petroleras que aún operan en Bolivia.

La institución reitera la urgencia de que se aprueben los cambios a la ley 767, como el primer paso para impulsar la reactivación del sector, a través de acciones que permitan mitigar la progresiva declinación de la producción de gas natural.