
Rusia entregó a Ucrania los cuerpos de 1.000 soldados caídos en el conflicto, mientras recibió 19 restos mortales de combatientes rusos, en cumplimiento de los acuerdos alcanzados en las recientes negociaciones en Estambul. El intercambio forma parte de los compromisos de ambas partes para facilitar la devolución digna de sus soldados fallecidos en el campo de batalla.
El jefe de la delegación rusa en las negociaciones, Vladímir Medinski, informó que esta entrega se realizó siguiendo los acuerdos alcanzados el 2 de junio en Turquía, donde además se pactó un intercambio de prisioneros gravemente heridos y menores de 25 años bajo la modalidad de “todos por todos”. La reunión, aunque breve, marcó un avance en la comunicación entre ambos países en medio del conflicto.
Este sexto canje de cuerpos refleja la dinámica del terreno, donde Rusia avanza y tiene mayor facilidad para recuperar cadáveres debido al repliegue ucraniano. Sin embargo, Ucrania denunció que algunos restos devueltos debieron ser devueltos a Rusia al comprobarse que correspondían a soldados rusos, además de señalar irregularidades en otros intercambios, como la entrega de convictos que estaban en Rusia antes del inicio de la guerra.
El Kremlin señaló que la fijación de una fecha para la próxima ronda de negociaciones dependerá de la culminación de los intercambios pendientes, un proceso que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski confirmó que está en marcha. Moscú, por su parte, ha insistido en que es Ucrania quien debe proponer el siguiente encuentro, generando incertidumbre sobre cuándo se retomarán las conversaciones.
Mientras tanto, la guerra continúa sin una fecha clara para su resolución, pero estos gestos humanitarios en la devolución de cuerpos y prisioneros representan intentos por aliviar el sufrimiento de las familias y mantener canales mínimos de diálogo. El cumplimiento de estos acuerdos es clave para avanzar hacia posibles futuros encuentros que busquen la paz.
La comunidad internacional observa con atención estos movimientos diplomáticos, esperando que la cooperación en el canje de cuerpos y prisioneros pueda abrir camino a negociaciones más amplias y duraderas que terminen con el prolongado conflicto entre Rusia y Ucrania.