Santa Cruz

Los últimos pasos de Sofía: agonía, desesperación y muerte en el mercado Mutualista

Un video estremecedor muestra a Sofía Quiroz, la librecambista asesinada en Santa Cruz, aún consciente tras recibir los disparos. Su lucha por mantenerse en pie, los gritos de auxilio y la impotencia colectiva revelan la crudeza de un crimen que dejó en orfandad a su pequeño hijo.

Foto: Red Uno
Santa Cruz | Redacción El Día | 2025-07-24 17:18:00

A las 18:30 del miércoles, el pasillo número 10 del mercado Mutualista fue invadido por el horror. Dos delincuentes armados irrumpieron en busca de dinero fácil, pero lo que dejaron fue una escena trágica que ningún comerciante olvidará. Sofía Quiroz, de 43 años, librecambista y madre de un niño de seis, cayó víctima de un disparo directo al pecho. Lo que no sabían los atacantes, ni quienes escucharon los gritos, era que aún estaba viva.

Un video grabado por un testigo desde su celular registró los instantes posteriores al ataque. Sofía aparece de pie, tambaleante, señalando una vitrina caída. La cámara tiembla, se oyen gritos de fondo: “¡Una ambulancia! ¡Ayúdenla, está herida!”. La tensión se hace carne en cada segundo de la grabación. Poco después, la mujer se sienta, ya sin fuerzas. Respira con dificultad. Su cuerpo comienza a ceder.

La imagen de Sofía consciente, con las manos temblorosas y los ojos abiertos, estremece. No murió en el acto. Sufrió. Y mientras ella luchaba por mantenerse despierta, en el fondo del video se ve a los atacantes desaparecer por los pasillos. Eran dos hombres vestidos de negro, con cascos de motociclista. Uno llevaba el arma bajo la chompa; el otro, las mochilas con más de 100.000 dólares. Dinero que Sofía había reunido con años de trabajo.

Comerciantes del lugar intentaron socorrerla. Dos hombres la cargaron en brazos con urgencia para subirla a un vehículo particular. La ambulancia no llegó. La llevaron a un centro médico, pero el daño ya era irreversible. El disparo había perforado su tórax derecho. Murió desangrada poco después de llegar al hospital.

Sofía era conocida en el mercado como una mujer honesta y trabajadora. Afiliada a la Asociación 29 de Marzo, tenía su puesto fijo y era una figura habitual entre librecambistas. “Cada cumpleaños me llamaba para hacer churrasco”, contó su amiga María Palachai, aún en estado de shock. “No tenía enemigos. Todo lo hacía por su hijo”.

Su hijo, de seis años, quedó huérfano. A esa edad, no hay manera de entender por qué mamá ya no regresa. Sofía era madre soltera, responsable, dedicada. Se levantaba todos los días a las cinco para estar en su puesto antes de que abriera el mercado. Lo hacía por él. Por darle una vida mejor.

Gregorio Condori, otro comerciante, fue también alcanzado por una bala en el brazo izquierdo. Intentó intervenir, pero fue herido. “Grité por el guardia, pero todo fue muy rápido. Dispararon y escaparon”, contó. Aún convaleciente, exige que se refuerce la seguridad en los mercados, especialmente en el sector del cambio de divisas, blanco frecuente de asaltos.

Tras el crimen, la zona fue precintada. La Policía revisa las imágenes de las cámaras de seguridad. También recopila testimonios de testigos. Aún no hay detenidos. Pero los videos —tanto de vigilancia como los grabados por testigos— podrían ser clave para identificar a los asesinos.

En el mercado Mutualista se respira dolor y miedo. Ya no es el mismo lugar. Donde antes había gritos de venta, ahora hay murmullos de indignación. El puesto de Sofía está cerrado. En su lugar, una vela encendida y flores. Nadie llena ese vacío. Y mientras los responsables siguen prófugos, un niño pregunta por su madre, sin saber que las últimas imágenes que dejó al mundo fueron de dignidad, dolor y lucha por seguir viviendo.