
La noche del jueves, la tranquilidad de la avenida Cristo Redentor, entre cuarto y quinto anillo, se rompió con ráfagas de disparos que los vecinos confundieron con fuegos artificiales. A las 19:25, una vagoneta Lexus de lujo quedó atravesada en la vía con las puertas y el parabrisas destrozados por más de 20 impactos de bala.
Las víctimas fueron identificadas como Harold Méndez Erlwein y Leonardo Vaca Díez Gentile. El primero murió dentro del vehículo, en el asiento del acompañante, mientras que el segundo cayó a pocos metros de la vagoneta, intentando escapar de la emboscada. Ninguno sobrevivió al violento ataque.
Testigos relataron que un vehículo se estacionó junto a la Lexus y de él descendieron sujetos armados. Abrieron fuego sin mediar palabra y, en cuestión de segundos, volvieron a subir a su motorizado para darse a la fuga. Una cámara de seguridad de la zona registró la secuencia del crimen.
El comandante de la Policía en Santa Cruz, Raúl Rojas, confirmó un detalle clave: el vehículo atacado es el mismo que fue usado para el secuestro del empresario Erick Roberto Baeza Achá, ocurrido el 29 de julio en el barrio Las Palmas. Desde entonces, Baeza continúa desaparecido.
La historia de Harold Méndez añade sombras al caso. Según su abogado, estuvo detenido en Palmasola por estelionato agravado, tras vender un inmueble a dos personas diferentes. “Lo vi esa misma tarde, después de una audiencia en la Felcc. Me dijo que iba a su casa en el Barrio Norte”, relató el jurista Daniel Vidal, quien aseguró que la vagoneta no pertenecía a su cliente.
La Policía investiga ahora los vínculos entre Méndez y Vaca Díez, de quien no se tienen antecedentes públicos. Se busca establecer si ambos tenían relación con el secuestro de Baeza o si fueron silenciados por conocer información sobre la desaparición del empresario.
Familiares de Méndez llegaron hasta la escena del crimen y fueron trasladados a dependencias policiales para declarar sobre los últimos movimientos del fallecido. Entre lágrimas, su madre y su pareja exigieron justicia, mientras que peritos recolectaban vainas servidas en el lugar.
Los cuerpos fueron trasladados a la morgue de la Pampa de la Isla para la autopsia legal. Los investigadores no descartan que el ataque tenga relación con bandas del crimen organizado que operan en la capital cruceña, donde en las últimas semanas se han registrado asesinatos y secuestros de alto impacto.
Este doble asesinato refuerza la alarma en Santa Cruz. Con un empresario aún desaparecido y un vehículo clave en dos crímenes, la Policía conformó una comisión multidisciplinaria para desentrañar un caso que parece tejido por las manos del narcotráfico y el crimen transnacional.