
El Barcelona sumó otra victoria en la Liga con tintes épicos al remontar un 2-0 en contra y vencer 2-3 al Levante en el Ciutat de València. El conjunto de Hansi Flick, que ya acumula pleno de triunfos en el torneo, volvió a demostrar que es un equipo imparable en el campeonato doméstico y que, salvo sorpresa, apunta a resolver la Liga antes de marzo.
El técnico alemán se permitió hacer probaturas en el once inicial: mantuvo a Ferran Torres como delantero, apostó por Eric en el lateral derecho y dio minutos a Casadó junto a Pedri en el mediocampo. Además, movió a Raphinha al centro para dejar la banda izquierda a Rashford. Sin embargo, el experimento no funcionó y al descanso el Barça se marchó con dos goles en contra y con los cambios obligados de Rashford y Casadó.
El Levante, fiel a lo que había anticipado su técnico Julián Calero, supo explotar los errores azulgranas. Robando y saliendo a la contra, los granotas golpearon dos veces: primero con Iván Romero tras una brillante jugada colectiva y después con Morales desde el punto penalti, tras una mano de Balde revisada por el VAR. El 2-0 al descanso parecía un premio enorme para los locales y una pesadilla inesperada para el líder.
La reacción culé llegó de inmediato tras el descanso. Con Gavi y Olmo en cancha, y Raphinha de vuelta a la izquierda, el Barça necesitó apenas siete minutos para igualar el marcador: Pedri recortó distancias con un disparo lejano y poco después Ferran aprovechó un córner para firmar el empate. El rodillo blaugrana se activó y el Levante apenas tuvo una oportunidad clara más, desaprovechada por Brugué.
Cuando parecía que el 2-2 sería definitivo, un error defensivo del Levante en los instantes finales acabó condenándolo. Un centro de Lamine Yamal terminó dentro de la portería local tras un desafortunado desvío, decretando el 2-3 definitivo. La remontada mantiene al Barça como único equipo que no ha cedido puntos en Liga y que parece avanzar hacia el título sin rivales a la vista.