País

Revelan que criminales armados secuestraron un vuelo en Paraguay en busca de desviarlo a Bolivia

Ambos salieron con vida por maniobras realizadas en medio del vuelo. Temían lo peor si es que llegaban a territorio nacional.

Edgar Noceda, en entrevista con medios paraguayos. Foto: Ultima Hora / Paraguay
País | Visión 360 | 2025-09-07 16:12:00

En una investigación dada a conocer por un medio de Paraguay, se reveló que dos pilotos de ese país fueron secuestrados por personas armadas con el objetivo de que el avión que piloteaban fuera desviado a Bolivia, un hecho que ocurrió en julio del pasado año y salió a la luz de forma reciente en la nación guaraní.

Los pilotos José Augusto Pérez y Edgar Noceda, quienes fueron secuestrados en esa ocasión, contaron después de un tiempo cómo lograron salir con vida de la situación y evitaron llegar a Bolivia, porque -según ellos- el arribar al territorio nacional era “un viaje sin retorno”; e incluso aseguraron que el arribar a nuestro país iba a significar que no encuentren sus cuerpos.

Según el relato de uno de los protagonistas, ambos fueron contratados para un viaje de rutina, en el cual debían trasladar una caja fuerte entre dos ciudades paraguayas, algo que no pareció raro para ninguno, dado que el trabajo fue pagado por adelantado y sin problemas.

Pero el cambio de planes llegó una vez que aterrizaron en la ciudad de destino, la colonia Nueva Esperanza, donde sujetos armados los obligaron a retornar al avión y les dieron las coordenadas para un nuevo viaje, las mismas eran -según cuentan- para volar hacia Bolivia.

“Una vez que estuvimos en el aire me pasan unas coordenadas para dirigirme a ese punto que resultó ser en la República de Bolivia”, contó Noceda. Respecto a esta ubicación donde pedían llegar los secuestradores, el piloto aseguró: “el hecho de ir a Bolivia era un viaje sin retorno, ya no íbamos a volver de ahí, ellos no nos iban a permitir volver con vida”.

Ya con la aeronave volando sobre las ciudades paraguayas, los pilotos no podían realizar ningún tipo de llamado de alerta, debido a las amenazas. Pese a esto, cuenta uno de los pilotos que intentó realizar maniobras prohibidas para llamar la atención de torres de control, incluso buscó violar espacios aéreos para que las fuerzas armadas puedan interceptar el vuelo.

“En un momento dado fui captado tanto por el radar de Ciudad del Este, de Concepción y de Asunción, tres radares captaron el desplazamiento que estaba teniendo. Estaba volando a una altitud insegura, sin comunicación, sin autorización y violando tres aerovías que son espacios aéreos controlados”, contó.

Pero ninguna de estas acciones tuvo la respuesta esperada, hasta que en un momento, según el relato, la computadora del avión avisó que existía un alto consumo de combustible, por lo cual era imposible llegar a las coordenadas dadas por los secuestradores.

Esto obligaba a realizar un aterrizaje forzoso o en el peor de los casos existía la posibilidad de que la aeronave se estrelle por falta de combustible, otra de las maneras que pensó uno de los pilotos para no llegar al destino al que los obligaban los secuestradores.

“Si era necesario estrellar el avión o accidentarnos por el camino, lo iba a hacer, pero a Bolivia no iba a llegar (…). El hecho de ir a Bolivia iba a ser de que nunca hubiesen recuperado mi cuerpo. Por lo menos aquí van a tener un cuerpo a que velar y a quién llorarle”, explicó Noceda.

Después de casi una hora y media de secuestro, recibieron la orden de aterrizar en una estancia del municipio de Kó, departamento de Paraguarí. En un camino vecinal en mal estado. Esto fue aprovechado por el experimentado piloto, quien alertó a los habitantes de este lugar con un vuelo rasante.

“Comencé a sobrevolar sobre esa estancia para llamarle la atención a la gente que estaba ahí, hasta que me amenazaron de que si no aterrizaba me mataban”, contó.

Una patrulla policial llegó al lugar del aterrizaje, donde fueron rescatados ambos pilotos, pero los secuestradores huyeron por el monte que existía en esa estancia. Horas más tarde llegó la policía y la fiscalía. El fiscal de la causa ordenó la detención de los dos pilotos por considerarlos sospechosos.