
Una noticia que conmociona. Este sábado falleció el sargento Abel Chilca Marca, bombero de la Policía que había resultado gravemente herido en la explosión ocurrida el pasado 19 de agosto mientras combatía un incendio en una fábrica de colchones, en el Parque Industrial de la capital cruceña.
Chilca, de 36 años, fue uno de los cuatro efectivos alcanzados por la deflagración, que sorprendió a la unidad en plena labor de enfriamiento del siniestro. Él y otro de sus compañeros fueron los más afectados: sufrieron quemaduras de entre el 60 y el 70% de su cuerpo, lo que obligó a su ingreso inmediato en la unidad de terapia intensiva.
Tras varias semanas de atención médica, el sargento ingresó este sábado a quirófano para una cirugía reconstructiva. Sin embargo, sufrió complicaciones durante el procedimiento y un posterior paro cardiaco que resultó irreversible pese a los intentos de reanimación prolongados por parte del equipo médico. Su deceso fue confirmado pasada las 13:00 de este sábado.
El segundo bombero gravemente herido continúa hospitalizado y, según declaraciones a la prensa local, será sometido a una nueva intervención quirúrgica en las próximas horas. La tragedia ha reabierto el debate sobre las condiciones de seguridad en las que los efectivos enfrentan emergencias en la ciudad y ha dejado a la institución policial sumida en la consternación.