
La historia es cada vez más rocambolesca y ha enredado a sus protagonistas en un penoso tránsito para zanjar años de polémicas. Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, demandaron hace unas semanas a una influencer que aseguraba que la esposa del presidente francés era un hombre. Entonces ya anunciaron que estaban dispuestos a llegar hasta el final para demostrar que se trataba de una difamación. La cadena británica BBC ha publicado ahora que ambos planean presentar pruebas fotográficas y científicas que liquiden esta historia que colea desde hace años.
La demanda, la primera que firma el líder
francés sobre este asunto con su esposa, se presentó en Estados Unidos contra
la influencer de ultraderecha Candace Owens. El documento, de 218 páginas, se
depositó en el Estado de Delaware y acusa a Owens de difundir declaraciones
“absurdas, difamatorias y completamente ficticias”.
Entre las principales propagaciones de Owens,
conocida por su apoyo a Trump y declaraciones tránsfobas, se decía que Brigitte
Macron nació hombre, bajo el nombre de Jean‑Michel Trogneux (que, en realidad,
es el nombre de su hermano). Además, la influencer ha sostenido que el
presidente y la primera dama son parientes por línea sanguínea y que Macron es
el producto de un experimento humano de la CIA o un “programa gubernamental de
control mental”. Un salto de calidad, por decirlo así, respecto a bulos
precedentes.
En declaraciones al podcast Fame Under Fire de
la BBC, el abogado de los Macron en el caso, Thomas Clare, explicó que se
aportarán pruebas tanto científicas como fotográficas. Entre ellas se
contemplan imágenes de Brigitte Macron durante el embarazo y la crianza de sus
hijos, que se presentarán bajo las normas judiciales de Estados Unidos. Si el
juicio prospera, además, la pareja debería desplazarse al país norteamericano
para declarar en un proceso que se llevaría a cabo bajo la modalidad de jurado
popular. El caso, sin embargo, tiene origen al otro lado del Atlántico.
La historia comenzó en 2021 en Médiumnisation,
un exótico canal de Youtube dedicado a la videncia. Amandine Roy, una supuesta
médium que mezclaba el esoterismo con las soflamas contra el Gobierno,
entrevistó un día por teléfono a una mujer que se hacía llamar Natasha Rey y
que aseguraba ser periodista. El caso es que el misterioso personaje (llevaba
sombrero y gafas de sol), había dedicado años a una supuesta investigación que
concluyó con el bulo que se ha ido luego propagando. Brigitte era, en realidad,
su hermano Jean-Michel Trogneux. Ella habría muerto muy joven y este supuestamente
habría cambiado de sexo y asumió la identidad de su hermana.
La entrevista desgranaba durante más de dos
horas otros detalles delirantes sobre los hijos de la esposa del presidente y
el propio Macron. Ambas mujeres difundieron fotos de Brigitte Macron y de su
familia, hablaron de intervenciones quirúrgicas que supuestamente ella se
habría realizado, aseguraron que no es la madre de sus tres hijos y divulgaron
información personal sobre su hermano. Pero lo inesperado es que se convirtió
en un éxito viral y trending topic en redes sociales, donde adquirió vida
propia a través de la propagación de cuentas vinculadas a la ultraderecha.
Brigitte Macron presentó una demanda contra
ambas mujeres, que ganó en una primera instancia judicial. El problema para la
mujer del jefe del Estado francés es que un tribunal de apelación parisino
decidió revocar el fallo y absolverlas la semana pasada de los 18 artículos que
habían sido objeto de denuncia. Solo un pasaje que hacía referencia a un
supuesto delito de corrupción de menores entraba en el ámbito de la ley de
prensa, pero incluso en ese punto, el tribunal dictó absolución, esta vez por
considerar que actuaron de buena fe. Brigitte y su hermano, sin embargo,
insistieron con un recurso ante el Tribunal Supremo que deberá tramitarse
ahora.
El caso de difamación que ha denunciado la
pareja ahora se centra en Becoming Brigitte, una serie de ocho episodios que
Owens publicó este año. Los Macron se enfrentan a una dificultad legal en este
proceso, ya que las leyes de difamación de EE UU requieren que las figuras
públicas demuestren “mala intención real”. Es decir, que la persona supiese que
la información era falsa.
“El principio aquí es la verdad”, señaló el
abogado de los Macron, Thomas Clare, al diario británico Financial Times.
“Ellos creen que es importante defenderse… Owens ha tenido múltiples
oportunidades para hacer lo correcto y, en respuesta, solo se ha burlado de
ellos”.
Los letrados de Owens han respondido con una moción de desestimación, argumentando que el caso fue presentado en el Estado de Delaware, donde están incorporadas sus empresas, y no en Tennessee, donde reside. Alegan que obligarla a defenderse en Delaware supondría una “carga financiera y operativa sustancial”.