
La senadora argentina Patricia Bullrich, exministra de Seguridad y dirigente del partido del presidente Javier Milei, denunció este lunes al titular de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, ante la Conmebol, en el marco del prolongado conflicto entre el Gobierno y la entidad rectora del fútbol local.
A través de su cuenta en X, Bullrich informó que presentó una denuncia contra Tapia y Pablo Toviggino, tesorero de la AFA, ante el Comité de Ética de la Conmebol, con el objetivo de que se investigue “a fondo a esta mafia que conduce la AFA y ensucia al fútbol argentino”.
Según la presentación, la actual conducción de la AFA habría incurrido en presuntas violaciones a los principios de integridad, deber fiduciario, conflicto de intereses, transparencia en las contrataciones, uso adecuado de los recursos y prevención del lavado de activos dentro de las federaciones miembro.
La denuncia se suma a una investigación en curso de la Justicia argentina, que indaga un presunto esquema de lavado de dinero a través de una entidad financiera vinculada a la AFA. En el marco de esa causa, durante la última semana se realizaron allanamientos en 17 clubes del país y en la sede central de la asociación.
El alcance de la pesquisa incluyó incluso el predio de entrenamiento de la selección argentina en Ezeiza, denominado Lionel Messi, donde habitualmente se concentran los planteles nacionales de distintas categorías.
Tras conocerse la acusación de Bullrich, la AFA respondió con un comunicado en el que denunció un “ataque coordinado” por parte del Gobierno de Milei. “Insisten con presentarnos como la AFA peronista, cuando fuimos nosotros quienes no acompañamos con nuestra imagen la compulsa proselitista”, señaló el texto.
La tensión entre el Ejecutivo y la AFA se arrastra desde hace más de un año y se profundizó con la intención del Gobierno de impulsar un modelo de sociedades anónimas deportivas en el fútbol argentino, iniciativa rechazada por la entidad y por la mayoría de los clubes. En ese contexto, la AFA defendió el sistema de asociaciones civiles sin fines de lucro y cuestionó duramente la gestión gubernamental, mientras el conflicto político e institucional sigue escalando.