La eliminación de la subvención a los carburantes comenzó a mostrar resultados económicos inmediatos para el país. En apenas cuatro días de vigencia de la medida, el Estado logró un ahorro acumulado de $us 40 millones, lo que equivale a $us 10 millones por jornada. A la vez, la importación de combustibles se redujo en un 30 %.
El ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, destacó que el impacto no solo se refleja en el ahorro fiscal, sino también en una mejora en el abastecimiento interno. Señaló que en zonas fronterizas como Pando y Potosí se redujeron las filas en surtidores, debido a la disminución del contrabando de diésel hacia países vecinos. “La gente ya no tiene que competir con quienes sacaban el combustible de forma ilegal”, afirmó.
En la misma línea, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Gabriel Espinoza, informó que en los últimos dos días la importación de combustibles cayó en un 30 %, evidenciando que una parte significativa del carburante importado anteriormente salía del país por rutas irregulares. “El beneficio de la subvención estaba concentrado en pocos sectores y alimentaba el contrabando. Esa distorsión no podía continuar”, sostuvo.
Ambas autoridades emitieron estas declaraciones, por separado, antes de las reuniones programadas para este lunes con representantes del transporte, encuentros en los que se explica los alcances del Decreto Supremo 5503, norma que puso fin a la subvención estatal de los combustibles.
Medinaceli remarcó que la decisión adoptada por el gobierno busca ordenar la economía, frenar la fuga de recursos y garantizar un uso más eficiente de los fondos públicos, asegurando que los primeros resultados confirman el impacto positivo de la medida en el corto plazo.
