Estudiantes de primero de secundaria del colegio Poly Villarroel Barba II, ubicado en el barrio Jardín del Sur carecen de aulas y pasan clases todos los días de la semana en el patio del establecimiento donde improvisaron un pahuichi o choza con armazón de madera y techo de hojas de motacú.
La profesora Angélica Ribera informó que llevan pasando clases en la misma situación desde principios de año y, pese a que han pedido atención de las autoridades municipales y de educación, no han obtenido respuesta.
"Están bajo un patio, están sentados en unas maderas que los mismos padres han inspeccionado. No hay donde ellos puedan pasar clases; a pesar de que la junta de padres y la directora de este establecimiento han presentado su solicitud de que necesitan dos aulas, no han sido escuchados", indicó.
Aseguró que los estudiantes no pueden captar bien las clases debido a la falta de condiciones. Considera que la Defensoría de la Niñez y Adolescencia debería de intervenir en el caso.
Mary Verazaín, directora del establecimiento educativo, señaló que tienen necesidades que no han sido cubiertas por las autoridades municipales.
"Mis estudiantes pasan clases en la cabañita, donde no reúne las condiciones adecuadas. Cuando hay inclemencias del tiempo, como lluvias, los metemos al depósito, pero no es suficiente", explicó la docente.
La concejal Edith Ávalos presentó una minuta directamente al alcalde, Jhonny Fernández, para que de una pronta solución. Asegura que se están vulnerando los derechos de los niños.
"El alcalde anuncia megaobras y no mira en las condiciones en que están pasando clases los estudiantes; se están vulnerando sus derechos, ya por terminar el año escolar, y han soportado frío, viento, sol y lluvias bajo este pahuichi. A pesar de todo el esfuerzo que hagan los docentes, no pueden enseñar porque no tienen las condiciones debidas; tampoco los alumnos se pueden concentrar; es de verdad alarmante esta situación", indicó la concejal.
Esta unidad educativa cuenta con 236 estudiantes, desde inicial hasta sexto de secundaria. La dirección, padres de familia y junta vecinal enviaron una carta al municipio cruceño esperando respuesta para la construcción de dos aulas.
