Edith Piaf, una de las figuras más emblemáticas de la música francesa, nació como Édith Giovanna Gassion el 19 de diciembre de 1915 en París. Conocida cariñosamente como "La Môme Piaf" o "El Pequeño Gorrión" debido a su diminuta estatura y frágil apariencia, Piaf dejó una huella imborrable en la chanson française. Su interpretación cargada de emoción y su voz inconfundible conquistaron al público, convirtiendo temas como "La Vie en Rose" y "Non, Je ne regrette rien" en verdaderos himnos de la música popular.
La carrera de Piaf comenzó en las calles de París, donde cantaba para sobrevivir. Fue descubierta por el empresario Louis Leplée, quien le dio su primera gran oportunidad y le sugirió el nombre artístico que la acompañaría por el resto de su vida. A partir de ese momento, su carrera despegó, consolidándose como una de las cantantes más queridas de Francia. A lo largo de los años, trabajó con artistas de la talla de Charles Aznavour y Yves Montand, y su influencia trascendió las fronteras francesas, convirtiéndose en un ícono global.
Sin embargo, la vida personal de Edith Piaf estuvo marcada por la tragedia y los amores turbulentos. Su relación más famosa fue con el boxeador Marcel Cerdan, a quien siempre consideró el gran amor de su vida. La muerte de Cerdan en un accidente aéreo en 1949 la dejó devastada, un dolor del que jamás logró recuperarse por completo. Aunque tuvo otros romances, ninguno alcanzó la intensidad de su historia con Cerdan.
Los problemas de salud comenzaron a afectar la vida de Piaf en sus últimos años. Tras un accidente automovilístico en 1951, desarrolló una adicción a la morfina que complicó aún más su ya delicada condición física. La combinación de esta dependencia y los excesos de su vida cobraron un alto precio en su cuerpo. Eventualmente, fue diagnosticada con cirrosis hepática, una enfermedad que se agravó con el paso del tiempo.
Edith Piaf falleció el 10 de octubre de 1963 en Grasse, Francia, a los 47 años, víctima de cirrosis hepática. Aunque su muerte fue prematura, su legado musical sigue vivo, recordando su inigualable talento y la intensidad con la que vivió. Su capacidad para expresar el dolor y la alegría a través de su música la convirtió en una de las voces más queridas y emblemáticas de Francia, y su influencia persiste hasta el día de hoy. (Aníbal Romero Sandoval – Médico)