Marcos Riquelme, delantero de Oriente Petrolero, estalló contra el arbitraje y sus dirigentes luego de la derrota que sufrieron ante Royal Pari (2-1), en el partido jugado este miércoles por la noche en el estadio Ramón Aguilera Costas.
El cuadro Refinero salió molesto por la última jugada, insólita, donde el árbitro José Quintanilla anuló el gol del paraguayo Barreto que le daba el triunfo a Oriente, porque desde el VAR le avisaron que en la jugada previa había una mano penal de Junior Sánchez. En ese sentido, el juez, que verificó la infracción en el monitor, decretó la pena máxima y Tobías Moriceau convirtió el 2-1 a los 90’+13.
“Sentimos que nos metieron la mano al bolsillo de vuelta. Parece que el equipo chico hoy fuimos nosotros y no el que se quedó con los tres puntos, pero no hay tiempo para lamentarse, hay que recuperarse. Ojalá y esto (del arbitraje) cambie, no solo para el bien de Oriente, sino para el fútbol boliviano, que esto sea parejo y que no se equivoquen solo en contra de nosotros”, apuntó Riquelme en conferencia de prensa.
A la vez, el delantero se refirió a un comunicado de la dirigencia verdolaga, donde indican que están haciendo gestiones para poder cumplir las obligaciones económicas. Unas líneas de letras que han sido reiterativas estos últimos meses sin obtener su fruto.
“Ese tipo de comunicados ya nos da risa. Estamos solos, siempre lo hablamos, somos lo que ahora damos la cara. La gente se fue enojada con nosotros, somos los más perjudicados en todo. Y no hay más nada por decir, solo queda jugar por el honor y esperar que termine este año que fue desastroso en ese sentido. Después a ponerse a pensar en lo que viene y ojalá Oriente salga de este mal momento que no se merece”, agregó el argentino.
El plantel de Oriente volverá este jueves a los entrenamientos de cara al clásico cruceño ante Blooming, que se jugará este domingo en el Tahuichi Aguilera a partir de las 19:30.
