El Tribunal Décimo de Sentencia de Santa Cruz condenó este viernes a Carlos Vargas Siles a 30 años de prisión, sin derecho a indulto, por el feminicidio de la locutora Diana Porcel Landívar, quien fue hallada sin vida el 5 de febrero de 2022 en su domicilio.
El caso, inicialmente presentado como suicidio, dio un giro cuando la autopsia reveló que Diana había muerto por asfixia mecánica debido a estrangulamiento. Según la investigación del Ministerio Público, el feminicida utilizó un cinturón apoyado en la puerta de un ropero como punto de sujeción para cometer el crimen.
Durante el juicio, el ahora sentenciado insistió en su inocencia, pero los elementos documentales, testimoniales y periciales presentados por la Fiscalía disiparon cualquier duda razonable sobre su culpabilidad.
“Se ha comprobado que fue un feminicidio y que el acusado intentó desviar la investigación desde el inicio”, afirmó el fiscal del caso Daniel Ortuño, tras la lectura del fallo.
Diana Porcel, quien trabajaba como locutora, había enfrentado una situación de violencia extrema en los meses previos a su muerte. La familia de la víctima denunció que Diana estaba embarazada ocho meses antes del feminicidio y que fue forzada a abortar por el ahora sentenciado.
El proceso judicial, que se extendió por más de un año, estuvo lleno de tensiones. Durante la última audiencia, la madre de Diana y otros familiares clamaron por la máxima pena para Carlos Vargas.
Jessica Echeverría, abogada de la familia de la víctima, destacó que la sentencia no solo es un logro para la familia de Diana, sino también un precedente importante en la lucha contra la impunidad en casos de feminicidio.