El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, informó que la renta petrolera de 2024 alcanzó los $us 1.635 millones lo que representa una caída de $us 349 millones respecto a los $us 1.984 millones obtenidos en 2023. Para 2025, se prevé un descenso adicional con una proyección de $us 1.500 millones.
La cifra obtenida el año pasado, es la más baja desde el 2007 cuando se registró un ingreso de $us 1.932 millones. Según datos oficiales, desde ese año se registró un incremento hasta llegar a $us 5.490 millones en 2014. A partir del 2015 se registraron descensos significativos alcanzando un promedio de $us 2.000 millones.
Dorgathen atribuyó la disminución a la falta de inversiones en exploración durante gestiones anteriores, lo que afectó la producción de gas. Sin embargo, destacó que se han concretado acuerdos comerciales para mantener estabilidad en los ingresos del sector. Subrayó que la renta petrolera proviene de la comercialización de hidrocarburos y de los ingresos generados por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), regalías y otros tributos.
A pesar del declive en la producción, el presidente de YPFB expresó su confianza en el potencial del sector y en el plan de reactivación de la estatal. Insistió en que no es adecuado fijar un límite temporal a la disponibilidad de gas, sino evaluar anualmente el índice de reposición de reservas. “El 2024 registró valores similares a los de 2016, cuando se alcanzaron $us 1.700 millones”, afirmó.
El ejecutivo informó que YPFB destinará más de $us 500 millones en inversiones para exploración y explotación, con el objetivo de mejorar la producción y aumentar las reservas de gas y petróleo. En 2024, la empresa destinó $us 281 millones a exploración y $us 225 millones a explotación.
Respecto a las exportaciones de gas, Dorgathen confirmó que, tras la finalización del contrato con Argentina en septiembre de 2024, Bolivia reanudó las ventas al país vecino en noviembre. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ese mes se exportaron 475 millones de metros cúbicos de gas natural, de los cuales 439 millones fueron destinados a Brasil y 36 millones a Argentina.
Sobre el abastecimiento de combustibles, garantizó la provisión para el sector productivo y acusó a algunas estaciones de servicio de especular con el suministro. Aseguró que el biodiésel ULS (ultrabajo en azufre) está disponible para los productores agropecuarios y que el 50% de la gasolina consumida en Bolivia es importada. No obstante, se registraron problemas logísticos en la distribución de diésel debido a bloqueos de caminos en Yacuiba y Yapacaní, lo que retrasó el despacho del carburante.
“Importamos el 85% del diésel que consumimos y dependemos de las plantas en Paraguay, Argentina y Chile. Cuando hay bloqueos, se genera un desfase logístico que no puede corregirse en uno o dos días, provocando filas en las estaciones de servicio”, explicó.
Dorgathen aseguró que la situación está en proceso de normalización, con un aumento en los volúmenes despachados. Sin embargo, reiteró la necesidad de continuar con inversiones en exploración para garantizar la sostenibilidad del sector hidrocarburífero en Bolivia.
