Una imagen lamentable es la que se puede ver del estadio Edgar Peña, que es administrado por la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF). En las últimas horas se pudo constatar el deterioro de la infraestructura y la maleza que presenta el escenario que fue inaugurado el 30 de noviembre de 2015.
“Me siento dolido, porque se lo entregué en buenas condiciones, con aire acondicionado en los palcos, con buena cancha, pero ahora el pasto llega hasta el cuello y la obra se está cayendo”, dijo Mario Cronenbold, quien gestionó recursos económicos para la inauguración del estadio cuando era alcalde de Warnes y que luego se vio obligado a entregárselo a la ACF.
La obra del Edgar Peña fue financiada con recursos del programa Bolivia cambia, que ejecutó la empresa Mecpetrol Galeano SRL. Lo comenzó administrando la Alcaldía de Warnes al mando de Cronenbold, hasta que el 19 de agosto de 2017 pasó a manos de la ACF. Noel Montaño, secretario general. Desde entonces, la imagen del escenario fue decayendo.
Blooming y Oriente Petrolero tenían la intención de ponerlo en mejores condiciones para albergar los partidos de locales de la División Profesional 2025, ante el cierre temporal del Ramón “Tahuichi” Aguilera que entrará a fase de remodelación para la final de la Copa Sudamericana. Sin embargo, la inversión para mejorar todos los aspectos del Edgar Peña requerirá de una fuerte suma económica y está casi descartado.
Ahora, las dos opciones que le quedan a los clubes cruceños son el Real Santa Cruz, que muchas veces también queda en malas condiciones por los conciertos musicales, y el Gilberto Parada de Montero, que está apto para los partidos oficiales.
