
Israel lanzó este jueves una nueva oleada de bombardeos contra varias zonas del sur del Líbano, donde aseguró haber tenido como objetivo almacenes de armas e instalaciones militares pertenecientes al grupo chií libanés Hizbulá.
Cazas israelíes perpetraron inicialmente
"una serie de ataques" contra la localidad de Yohmor al Shaqif y las
inmediaciones de las cercanas Deir Siryan y Zotar, mientras que más tarde
alcanzaron al menos tres áreas en la región de Jezzine y otra en la Bekaa
Oriental, informó la Agencia Nacional de Noticias (ANN).
Por su parte, el Ejército israelí aseguró en
un comunicado que sus acciones estuvieron dirigidas contra instalaciones de
Hizbulá, al denunciar que la persistencia de su actividad y la presencia de
armamento en su posesión constituye una "violación flagrante" del
acuerdo de alto el fuego.
"La Fuerza Aérea atacó recientemente,
bajo la orden de la Dirección de Inteligencia Militar y el Comando Norte,
posiciones militares con almacenes de armas, estructuras militares e infraestructuras
terroristas de la organización Hizbulá en el sur del Líbano", dijo la
institución castrense.
Los bombardeos se produjeron poco después de
que un dron israelí matara a una persona e hiriera a otras cinco en una
transitada carretera de Khalde, a alrededor de 10 kilómetros al sur de Beirut,
según el último recuento oficial ofrecido por las autoridades libanesas.
Todo ello coincide también en vísperas de un
supuesto viaje al Líbano por parte del enviado especial de Estados Unidos para
Siria, Thomas Barrack, una visita que medios locales aseguran está vinculada a
un plan estadounidense para avanzar en los puntos bloqueados del cese de
hostilidades.
Según afirmaron, Washington busca con ello el rápido desarme de Hizbulá, quien todavía no habría ofrecido una respuesta formal al respecto, entre miedos a que un fracaso de la iniciativa pueda desencadenar una nueva ofensiva israelí de envergadura contra el Líbano.