
Tras conocerse las proyecciones del Banco Mundial, que prevén tasas negativas o decrecimiento de -0,5% en 2025 y -1,1 y -1,5 en 2026 y 2027, analistas advierten que la economía boliviana ingresará a una etapa de recesión con elevada inflación y desempleo.
Las estimaciones del organismo internacional están incluidas en su último informe publicado el martes y se ajustaron con índices negativos respecto a las proyecciones de abril, que anticipaban un crecimiento para Bolivia de 1,2% para este año y de 1,1% para 2026 y para 2027.
El economista Omar Velasco, en contacto conVisión 360, opinó que es la primera vez, en los últimos 30 años, salvo el año de la pandemia, que el Banco Mundial proyecta una tasa negativa de crecimiento para Bolivia, que junto a Haiti serán las únicas economías que no crecerán este año. Antes de 2020, el PIB del país disputaba los primeros lugares de expansión.
Además, sostuvo que llama la atención el cambio de las proyecciones, porque en abril y hasta junio, el Banco Mundial estimaba un crecimiento de la economía boliviana; pero remarcó que es probable que tenga que ver con las políticas que pretenden aplicar las dos fuerzas políticas en competencia, el Partido Demócrata Cristiano y la alianza Libre, en caso de llegar al Gobierno.
“Es probable que en las proyecciones del Banco Mundial, estén incorporadas las políticas de ajuste macroeconómico que se ejecutarán con el nuevo Gobierno: recorte abrupto del gasto, devaluación de la moneda, levantamiento de la subvención al diésel. Son medidas de shock que van a generar una contracción de la economía”, advirtió.
Las estimaciones del Banco Mundial, dijo, develarían que Bolivia está a un paso de la estanflación, pero se necesita conocer las cifras de crecimiento o decrecimiento de la economía en lo que va del año. Este fenómeno implica contracción económica con alta inflación y desempleo.
“Esto representa una situación crítica porque conflictúa las políticas económicas del próximo Gobierno, ya que la nueva administración no va a saber si ataca primero la inflación o la recesión, ese es un debate que se va a armar en política económica”, puntualizó.
La recesión implica que la economía se contrae o se achica y que los diferentes sectores o actividades económicas del país, en promedio, crecen menos. “Más de dos terceras partes del PIB es consumo y la contracción que se está observando es porque el consumo cae en términos reales; en 2024 se tuvo aumento salarial de 6%, inflación de 10%, pero al mes de agosto, el aumento salarial fue de 10% y la inflación es de más de 20% en términos interanuales”, indicó.
Eso significa, de acuerdo con Velasco que las familias consumen menos y por lo tanto hay menor producción y la inversión pública en términos reales ha disminuido y caen las exportaciones y las importaciones.
El economista Gonzalo Chávez opinó que las proyecciones del Banco Mundial reflejan el deterioro de la economía boliviana. “La inflación ronda el 20%, hay estancamiento productico, aumenta el desempleo, hay presiones inflacionarias, estamos ante una situación de estanflación. Esto coloca a la economía boliviana en una de las coyunturas más delicadas de las últimas décadas, la estanflación representa una trampa de difícil resolución”, subrayó.

Esto porque las políticas destinadas a estimular la demanda, terminan agravando la inflación y las políticas contractivas, necesarias para contener el alza de precios, provocan una recesión económica.
“Todo indica que en Bolivia, tendremos el inicio de un ciclo recesivo con inflación, la famosa estanflación, cuya gestión requerirá una combinación excepcional de prudente política fiscal monetaria y energética. Es un desafío complejo para el nuevo Gobierno, se le está dejando un campo minado”, advirtió Chávez.
El lunes, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, desestimó que el país atraviese una situación de estanflación. “La estanflación es un escenario donde baja la producción, la tasa se vuelve negativa y los precios crecen de forma descontrolada, pero se está observando que la inflación mensual está en descenso”, aclaró.
En septiembre 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), registró una variación positiva de 0,20% respecto a agosto y la variación acumulada a septiembre fue de 18,33%.