
De manera sorpresiva, el presidente del Estado, Rodrigo Paz Pereira, anunció el cierre del Ministerio de Justicia que saldrá de la estructura del gabinete. Así el nuevo gobierno funcionará con 14 ministerios, tres menos que en la anterior administración de Luis Arce.
“Se acabó el ministerio de la persecución”, remarcó Paz al señalar que está cumpliendo una de sus promesas de campaña. El mandatario agregó que tras conocerse que el ministro de Justicia, Freddy Vidovic, designado el 9 de noviembre tenía sentencia ejecutoriada se decidió su destitución y en su lugar se designó de manera transitoria y por la emergencia a Jorge Franz García, quien puso como condición que se cierre esta cartera de Estado y él aceptó.
Remarcó que Vidovic, recomendado por Edmand Lara, no podía continuar en el cargo porque se comprometía la fe del Estado, del vicepresidente y de él mismo. “Hoy estoy cumpliendo mi palabra de cerrar ese ministerio de Justicia”, enfatizó Paz.
“Se acabó el ministerio de la injusticia, se acabó el ministerio que era vender sentencias, que era una forma de chantajear a la sociedad desde el poder político”, remarcó Paz al dejar en claro que de aquí en adelante ningún político, ya se el presidente, vicepresidente o parlamentarios tendrán injerencia en la justicia.
Señaló que sin una buena justicia, no hay una buena democracia. “El Ministerio de Justicia ha muerto y lo vamos a enterrar bien enterradito, para que no vuelva el terrorismo de Estado a perseguir a los bolivianos”, añadió el jefe de Estado.
La semana pasada, los jefes de bancada de Libre Rafael López y Tomas Yarhui exigieron al presidente que cumpla su palabra y cierre el ministerio de Justicia.
Este miércoles, tras conocer la destitución de Vidovic, el vicepresidente Lara arremetió contra su fugaz sucesor al denunciar que tenía varios procesos penales, entre ellos algunos supuestamente por violencia familiar y cohecho.
García anunció que iniciará acciones legales contra el vicepresidente por dichas declaraciones que consideró difamatorias y que vulneran el principio de la presunción de inocencia.