En presencia del presidente Luis Arce, arrancó este jueves las operaciones de la nueva Planta de Transformación de Soya, en el municipio cruceño de San Julián, que tiene la finalidad de coadyuvar en la seguridad alimentaria y sustitución de importaciones.
“A partir de la producción que va a hacer nuestra planta de San Julián vamos a producir aceite crudo y aceite refinado, eso significa un importante paso hacia la seguridad alimentaria de nuestra población, hacia dejar de depender (…). Agradecer a todos quienes han hecho posible la construcción de esta hermosa planta que hoy entra en funcionamiento”, manifestó el jefe de Estado, en el acto de inauguración.
La construcción de la factoría inició en octubre de 2022 y concluyó este año con una inversión de Bs 424,4 millones e implicará un mercado seguro para los productores de soya del municipio y otros dedicados a la siembra y cosecha de ese grano.
“Lo que nosotros queremos hacer con esto no es competir, sino complementar la acción que tiene el sector privado (...) y hoy arrancamos la producción en esta planta estatal 100% financiada por el Gobierno nacional”, resaltó.
La nueva industria fue levantada en el marco de la política de industrialización para sustituir importaciones.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo, tendrá una capacidad de producción de 180 toneladas (t) de aceite crudo por día, de 50 t de cascarilla también por día, 750 t por día de torta de soya y 1.000 t de procesamiento de grano de soya.
“Muchas cosas se puede hacer del aceite de acá, una parte puede estar destinado a la alimentación, otra parte puede estar destinada también a la producción de biocombustibles que se necesitan”, apuntó el dignatario de Estado.
Resaltó que, con el proceso de industrialización, se está transformando la materia prima boliviana, ya no hay la necesidad de venderla. En Bolivia hay la capacidad no sólo de producir, sino también de transformar, de añadirle un valor.
“Esto forma parte de algo que nosotros hemos planteado desde inicios de nuestro Gobierno, que ha penetrado en la cabeza de las bolivianas y de los bolivianos, que es la industrialización de Bolivia”, relievó el mandatario.
La Planta de Transformación de Soya en San Julián es una muestra clara de que la industrialización es posible, “es el camino para garantiza que la economía crezca y se desarrolle permanentemente para nuestros hijos y nietos”.