Economía

¿Bolivia corre el riesgo de default? analistas creen que se cumplirá el pago de la deuda externa, pero habrá dificultades

"Prevemos que el Gobierno seguirá cumpliendo con los pagos de cupones (deuda externa) de 2025", dijo Fitch Ratings en enero. Analistas también descartan el incumplimiento, pero observan dificultades.

El Gobierno garantizó el pago de la deuda externa. Foto: Fondo Gree
Economía | Visión 360 | 2025-03-19 15:16:00

¿Bolivia podría dejar de pagar las cuotas de la deuda externa y caer en default? Analistas observan que hay dificultades por falta de liquidez de divisas, pero que el Gobierno priorizará el pago de la deuda externa, mientras que Fitch Ratings hace poco dijo que es “improbable” un evento de incumplimiento en el servicio y que el país honrará sus obligaciones este año.

El año pasado el país canceló, por capital e intereses a sus acreedores multilaterales, bilaterales y privados una cifra de 1.526 millones de dólares (servicio), de acuerdo con datos del Banco Central de Bolivia (BCB).

El analista financiero Jaime Dunn, opinó que hay vencimientos próximos de bonos soberanos, pero el Ejecutivo ha asegurado que cuenta con los recursos para honrar las obligaciones, y no hay temor de incumplimiento.

Lo que sí existe, dijo, es la revelación de que podría existir algún problema por falta de liquidez. “El Gobierno está escogiendo entre pagar la deuda y la provisión de combustibles. La política va por el lado de priorizar el pago de deuda a costa de que el combustible falte. Pero se está entrando a un momento de falta de liquidez extrema, donde se tiene que escoger entre el pago de la deuda o combustible y el Gobierno está priorizando lo primero”, precisó.

Dunn explicó que entrar en default significa quedar marginado y no acceder a un nuevo financiamiento externo.

“Si eso ocurriera, el país pasaría de una crisis de liquidez a una crisis de solvencia extrema, se perdería la capacidad de endeudamiento en el futuro y se tendría que enfrentar un encarecimiento de las tasas de interés. Esto pondría en duda la capacidad de cumplimiento de la deuda interna y externa, y estrangularía la economía boliviana”, subrayó Dunn.

El analista económico Alberto Bonadona, sostuvo que el Gobierno ha priorizado el pago de la deuda externa y ha apelado para este fin a los desembolsos de los nuevos créditos contratados y que se han logrado aprobar en la Asamblea Legislativa. Por eso es que se paga más de lo que se recibe como financiamiento externo.

“Pero el riesgo de default pende sobre el país, porque no hay en el momento, una actividad productiva que esté generando las divisas necesarias, con la exportación, para contar con los recursos que se necesitan para honrar el servicio de la deuda”, alertó.

Para el economista es como cuando una familia pide crédito en la tienda del barrio, se pide arroz, pan, leche, avena con el compromiso de pagar a fin de mes, se trata de cubrir, pasan los días, pero no se puede honrar la obligación y no se podrá conseguir más plazo.

“El esfuerzo que hace el Gobierno es enorme para pagar la deuda, pero hay límites y estamos llegando a extremo del límite, donde se pueden acabar las posibilidades”, puntualizó.

¿Qué dijo Fitch Ratings?

El 24 de enero la calificadora de riesgo, Fitch Ratings rebajó la calificación de Bolivia a "CCC-" debido a la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN), el aumento de la inflación y los conflictos sociales.

“La baja de la calificación de Bolivia a "CCC-" refleja la opinión de Fitch de que si bien un evento de incumplimiento aún no parece probable, el margen de seguridad continúa erosionándose como resultado de la disminución de la disponibilidad de divisas y la ausencia de medidas correctivas de política económica y fiscal”, precisó.

El informe detalla que el saldo pendiente de la deuda externa del Gobierno disminuyó un 1,5% en el primer semestre de 2024, hasta los 12.300 millones de dólares, lo que indica un reembolso neto a organismos multilaterales.

El saldo de la financiación del Banco Central al Gobierno continuó creciendo (un 6% hasta junio) y Fitch prevé que la deuda pública aumentará al 77,8% del PIB cuando se tengan los datos finales de 2024, desde el 74,7% en 2023.

Señaló que la relación entre intereses e ingresos, históricamente, baja debido a la naturaleza mayormente concesional de la financiación, ha aumentado en un contexto de mayores tipos de interés flotantes y un estancamiento de los ingresos (se espera que alcance el 9% en 2025 desde el 3% en 2019).

Según Fitch, la deuda en eurobonos (4% del PIB) y el servicio de la deuda externa comercial son bajos; sin embargo, crece la incertidumbre sobre la capacidad de atender las amortizaciones de los bonos en 2026 en un contexto de liquidez externa críticamente baja.

Pagos pendientes

Bolivia adeuda 110 millones de dólares en pagos de cupones de sus dos eurobonos en 2025, en comparación con 47 millones de dólares que se disponen como reservas de divisas. “Prevemos que el Gobierno seguirá cumpliendo con los pagos de cupones de 2025 priorizando el servicio de la deuda con entradas de divisas. El primer tramo (333 millones de dólares) del eurobono de 1.000 millones de dólares con vencimiento en 2028, vence en marzo de 2026, lo que supone un mayor desafío”, recalcó la calificadora de riesgo.

El presidente del colegio departamental de economistas de Tarija, Fernando Romero, sostuvo que es muy “apresurado” hablar de default pero, como anticipó Fitch Ratings en enero, el riesgo de incumplimiento es en el largo plazo. “El hecho de no pagar una cuota, no es para indicar que la economía en su conjunto está en default. Estamos pasando un momento difícil, pero es apresurado señalar que, por no pagar una cuota, se entre en default. Incluso se puede renegociar un vencimiento de los pagos de deuda soberana”, subrayó.

El servicio de deuda se disparó en tres años

Bolivia, en 2009, apenas pagaba 222,8 millones de dólares por el servicio de la deuda (capital e intereses), pero en 2019 esta obligación aumentó a 786,7 millones y, en 2020, a 815,9, de acuerdo con cifras oficiales del Banco Central de Bolivia (BCB).

Sin embargo, este monto se disparó en 2022 a una cifra histórica de 1.810 millones de dólares que tuvo que cancelar el país a los acreedores multilaterales, bilaterales y privados y tenedores de bonos soberanos. En 2023, el servicio fue de 1.491,2 millones de dólares y el año pasado, 1.526,1 millones de dólares.